26/12/2019
Las ocasiones #4 - Boris Doval
Revista Haroldo publica una selección de poemas de Boris Doval elegidos por su amigo Ariel Guallar.
Contemporáneo argentino y moronense, dedica su joven vida
a las letras, más que a la literatura, sin éxito pero con fe.
Y esa profunda creencia lo lleva a no cursar ningún estudio
importante, menos de los otros. Además nunca lo premiaron en
categoría alguna. Se considera un lector carroñero. Por lo visto
le sobra el futuro. Actualmente es amigo del señor Phil. (2008)
Le gustaba escribir con música, para conducir mejor las ideas, decía. En verano se las arreglaba a base de bebida fresca y un ventilador mental; en invierno, alumbrado apenas por una estufa eléctrica que por orden directa de Rimbaud se abstuvo de liquidarlo. Hay que ser lo más absolutamente moderno posible le oí predicar en las esquinas, de una mesa o del universo. La aventura de la palabra fluía por su mente como un Rambler atravesando el cañaveral.
No sé por qué regresa, como punto de origen, su raconto de cuando era chico, juntando los trapos en la Buteler. Ahí lo veo, cuidando las banderas. Luego una vida en la militancia, compañero y soldado monto. Como Paco Urondo, tuvo que exiliarse en Mendoza, a la cual sobrevivió. Pero la larga garra de la dictadura le pasaría su cuenta 35 años después. Desde aquel entonces lo llaman “el Auténtico”. En la última época, atrincherado en un garage, más Stroke que la banda y tan Boris como Vian. Ante la pregunta, atinó a responder: algo de fuego me queda.
En pleno cruce cultural, los ovnis sobrevuelan Rafael Castillo. De golpe estamos en extraños cybers hablando de literatura toda la noche, fumando bajo el ombú de la resistencia, inventando revistas de poesía en los patios perdidos del oeste. Creo que aún estamos ahí: nuestros fantasmas discutiendo hasta la madrugada por tal o cual vocablo marginal, untado en cerveza. La última vuelta quedamos en algo, comprar entre los dos un cargamento de papelillos, o no recuerdo qué. Viejo, déjelo por mi cuenta, me parece escuchar.
Como el portugués, fue varios poetas en uno. Primero la voz de Arsénico querido (Árse, Arsénico) cuando lo conocí, entre talleres literarios y tugurios. Era revulsivo. En sus términos, una mezcla de Blake y poesía negra, buscando hacer poemas con la basura. De ese tiempo data el mítico “Aproximación al éter”. Luego apareció Doval, “el loco”, como aquel delantero de San Lorenzo. La cosa se puso más narrativa, surgieron algunos hits. Un par de maestros (Walter, Alberto) le decían que estaba escribiendo siempre el mismo poema. Me llevó toda la vida encontrar un estilo y quieren que lo cambie, se reía. Sin embargo, faltaba la mutación final a Félix Alegría, su banda soporte. El rock, los malditos, el hipersurrealismo y las vanguardias, el peronismo, la amistad, el buen humor y los conjuros… un coctel poético que a los pibes y pibas que lo seguíamos nos volaba la cabeza.
Doval se tomó el palo el curioso día en que el cuervo y el gallo se cruzaron en cancha de platense. Por suerte todavía permanece inédito.
Ariel Guallar
MEJORALITO
Cuando me degollaron la primera vez
no sentí tanto dolor
como sufrimiento.
Es que en esa época
usaba corbatas
azules
con dibujos azules
muy moderno.
También sombrero, me faltaba andar a caballo.
Lo verdaderamente cierto
es que debido a mi elegancia,
nada más me llevé diez puntos de sutura
equivalente a tres cuartos de mi garganta.
La reparación costó vivir encorvado
sobre mis cuestiones.
Para ser regente de un casino
y ocuparme cada tanto.
No comía mucho
si yo te digo que sólo panchos
(las salchichas no escapan por la herida)
igual engordé
y me llamaban Cacho.
En ese entonces el sombrero
se me caía.
Reparé en mi calvicie
entonces cambié por una peluca
de rubio
ya que estaba.
La segunda vez debí perder la cabeza
en alguna parte
dado que en su lugar
llevo una maceta con flores indirectas y
reservadas
para una señorita canabica
que no me saca la mirada de encima
ni de abajo.
Yo la presiento liviana
y con poderes.
Aunque de pocas palabras
como toda maga federal.
Algún día vamos a arrepentirnos
de algo
entre los dos.
Doval
SI UNO DE ESTOS DIAS
Si venís de visita
no olvides abrir la puerta exterior
de estar cerrada.
Después el timbre
con una vez alcanza.
Esperás
a que entre varios asuntos
descubra la llave
antes de que termine el siglo.
Cuando solucione el problema
voy a mirar por la mirilla
siempre olvido
que no existe.
Después pregunto, -quién?
vos tendrías que responder, -yo.
Acto seguido abro
entrás
cierro con dificultad.
Nos damos un beso
cerca del pómulo del otro.
Sabés el plan
y vas a una habitación
donde compartís con las arañas
y el poeta mediano
un poco de punk rock.
Doval 2011
HOLA LINDA
Es tarde.
Tanto como ayer a la misma hora.
No soy reloj.
Parece.
Me dirigía bien
primero una calle ,
hasta la ruta.
Alguien dijo que en los satélites
nunca perdería.
De pronto, aeroparque
un avión vuela
estoy en un Free Shop 3D.
Me preocupa un perfume
que nos guste.
Hasta que llegó un portavoz
largo
y limpio.
Lamentaba en el alma,
pero tenía que tomar vacaciones.
Además mi nave se fue, dijo.
Los medios de locomoción
no tienen piedad.
Así estamos
cuando encontré el camino
tu ciudad cambió de nombre.
Igual entre llegar y estar llegando
la diferencia, a mi entender, te hace rico.
Mírame bien.
Doval 2009
LA PÓCIMA DE LA JP
En una época sólo con ella
mantenía la línea.
Me pedían que haga el 4
y con un periódico de la tendencia
hacía un barco
que se podía usar como sombrero
también
nada más con invertirlo. Había adquirido un método
leyendo libros rojos
y libros negros
más cuadros de situación.
se iba la primera.
De inmediato recuperaba
mi espíritu guerrero
extraviado en el sueño anterior. Mis labores eran metalúrgicas.
Un tercio del día
para el producto bruto
de la renta nacional
y el valor agregado.
Debía producir mi consumición
ser de la clase
y combatir al capital. Unos me llamaban auténtico
otros verdadero
los menos, legítimo.
Tal vez x lo atildado.
Yo me consideraba un lanzallamas
puesto que lo era
admitía el fuego
en finales de capítulos. Cuánto tiempo pasó entre ella
y yo,
unidad básica.
MORÓN SUR NO ES NUEVA YORK
Le echó el ojo
estaba cantado para un romance ortiva.
Un ave de rapiña
gira en torno al esplendor
hasta que se hace tarde en lo muerto.
- Muchas cervezas son un escondite -
le escuchó decir y no entendió
Merlín bajo cero
tiene esas cosas
adorar la magia y no al mago,
total brilla todo el tiempo
tras la decadencia de sus pases.
Pesa igual a una intriga
se lo lleva un viento raro,
y acontece en finísimos cielos
que la hacen mojar,
un menester textil es algo más.
Suponía que entre los dos
cabía un faso
enlaces de feria americana
era como hacer hoteles
habitaciones
camas,
donde contarse las pulgas
maderitas para la hoguera.
Pero esa noche tampoco ardió Roma.
Tal vez si llega la época de los Rocanroles
se anime a darle lo dulce
que en su cuerpo empalaga,
azucarada igual a una pendeja
prueba sonido
contra los paredones de la Karatex,
de parados no se entera Dios.
Cuánto hace que dejó de nevar en Texalar
no ve sus lagos Disney
ni a los cristos derritiendo cables en la base.
Es ella una chispa vieja
con la que juegan las nenitas del jardín.
"La pastilla de cianuro
se puede guardar siempre para después"
dijo él
y se bajó en el cementerio.
Doval 28- 6- 02
SMOLL AND MOLL
En una época viajaba en silla de ruedas
me apoltronaba como un camarón
en el lecho de Neptuno.
Cuando me sentía un poco ido
ahí mismo hacía el desove.
Bueno tal vez era un delfín.
Me hacía llevar x un espectro
con la promesa de sentarnos a beber
cuando termine el viaje.
A decir verdad no era muy conversador
en cambio le enseñé a silbar
y es como si tuviera un stéreo
pasando bonitos musicales.
En Morón sur muchos creían
que mi asistente era la reencarnación
de Phil Spector.
Pues no, a falta de chispa
tenía un incendio.
apagarlo me costo el hígado.
Al fin valía la pena
éste con nosotros
no se cansaba nunca.
Debo decir, yo era un poco esmirriado
parecía de felpa
o esponja.
Íbamos en dirección
donde el viento
no sea que nos agarre un remolino.
Siempre había alguien que me saludaba
con distintos diminutivos
se ve que me tenían.
En una ocasión nos sacaron fotos
y me hicieron preguntas
esos jóvenes extranjeros.
Qué hacía yo x ahí
cuando tendría que estar en un museo
o bajo carpa de oxigeno
rogando no tener cáncer de rostro.
Nada más inicuo
les di a entender
que había perdido la línea
o mejor dicho, el rumbo.
Siendo joven fui un lobo
del lenguaje
escribía en la primera persona
que encontraba
los ancianos eran los mejores.
Ese camino estaba ciego
deduje con el correr del tiempo
y al agravamiento mío.
Así es que me dediqué al aguardiente
cañas y
destornilladores.
La bebida blanca no hace reclamos.
Se marcharon no sin antes
regalarme unas botas tejanas.
Félix Alegría 2010
CASTILLO CITY
Era lunes y estaba yo
abrazado a la reja
que separa al depósito de huevos
de la gente.
Mi gripe parecía una multitud
increpándome
que tenía las manos sucias
y x lo tanto era ruin
también que estaba despeinado
siendo que tengo rastas
y de última exhalaba gas
desde todos mis orificios.
Fui x sales minerales
tal vez crucé una autopista
dado el vértigo
que me rodeaba.
Salvo cuando Paola dijo,- buen día-
y uno (después me enteré
era actor porno que hacía de mujer)
me pidió fuego (justo a mí) y se lo propicié.
Yo tenía un encendedor muy lindo
y él o ella lo echaron a perder
con tanto prende y apaga.
Atiborrado x la impericia
ajena y propia
y ante la curiosidad digital de Paola
exclamé con buen tino
que estaba allí para hacer compras
de esas que mejoran la calidad de vida
y ponen lozano a uno como yo.
Para eso Paola me sugirió- un curandero
que está en Castillo, podrías ir caminando, dijo-
opiné al contrario, mejor una ambulancia
un camión con acoplado
o tan sólo un Hércules.
Soy de esos que prefieren
el movimiento ajeno
y no precisamente el de mi otro yo.
Félix Alegría 2010
Compartir
Te puede interesar
Prosas profanas #6 – Emilio Prados
Por Ramiro De Mendonça
Prosas profanas #5-Roque Dalton
Por Damián Lamanna Guiñazú
Prosas profanas #4-Russell Edson
Por Denise Fernández
- Temas
- Poesía
- Literatura