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Revista Haroldo

Diálogo con el pasado y el presente

06/03/2024

7 de marzo, Día de la visibilidad lésbica

Una cierta mirada

El 7 de marzo se conmemora en Argentina el Día de la visibilidad lésbica, en referencia al asesinato de Natalia “Pepa” Gaitán a manos del padrastro de su novia y por no renunciar a su identidad. En ese marco presentamos una selección de poemas de Micaela Szyniak y Silvina Giaganti.

Tanto en el trabajo de Silvina Giaganti como en el de Micaela Szyniak lo visible se yergue a través de una otra que, ausente, interviene con su voz en las imágenes, e incluso habla en los versos: ¿querés guerra?, le pregunta a Giaganti; me dijiste que querías tener hijos, recuerda Szyniak. Atrás en el tiempo, evocar a “esas otras” hubiese constituido un problema, una falta a la moral, incluso un delito. En la selección de hoy, esas otras deseadas, fantasmales, se constituyen elementales para estos poemas: sin ellas, no existen.

Visibilidad lésbica, ya no se puede correr la mirada. Foto: Paula Lobariñas.

Silvina Giaganti

21 de septiembre de 2014

El 21 de septiembre de 2014
entró un pájaro por la ventana
y dijimos que nunca íbamos a contarlo
porque nadie creería una historia
donde un pájaro entra el día
que dos chicas cumplen un año
juntas y hace ruido con las alas
contra la cortina transparente
dejando unas plumas grises
en la bañadera blanca.


*

Una mochila

Una mochila, un cierre
una petaca.
Subo las escaleras de su casa
abro el cierre y tomo un trago.
Cuando la conocí lo primero que me dijo fue:
¿y qué hacemos con esto?
yo le había dicho que me gustaba.
Lo segundo también fue una pregunta:
¿querés guerra?
no le respondí,
pero la tuvimos.

*

Narrativas y gráficas feministas, 7M Día de la visibilidad lésbica y 8M día internacional de la Mujer Trabajadora, 2021. Foto: Prensa Conti.

 

Una vez

Una vez, en terapia, empecé 
a llorar por vos y terminé 
llorando por mi madre.
Y Cristina no intervino:
me di cuenta sola de que todo 
lo que amo se me mezcla.


*

La pared

Me acuerdo de una época en que
le hablaba a la pared y tomaba whisky
tomaba whisky y le hablaba a la pared
me preguntaba cuando se iba a terminar
ese estribillo triste, la soga enroscada
en el centro de la garganta, te preguntaba
mirando fijo a la lámpara
dónde estabas sin entender
que el tiempo fabrica tranquilidad
en silencio, como las mañanas
nubladas donde no se ve nada.

Narrativas y gráficas feministas, 7M dDía de la visibilidad lésbica y 8M Día internacional de la Mujer Trabajadora, 2021. Foto: Prensa Conti.

Micaela Szyniak

De Contrato Precario (Salta el pez, 2019)

Nadie gana lo que estalla. Cons
truimos juntas una librería
ascensor sube, ascensor baja
entramos contrabando a la terraza
Hace frío, el viento es mío, descor
chamos un filo chin
chin por nuestros libros. Te
presto mi abrigo, parece 
tu estilo, horneamos
un rito por vuestros hijos
El ascensor sube, el ascen
sor baja, queremos llegar rápido a casa
y a esa estrella quién la tapa, nos lan
zamos al centro de la hoguera
a ver si quema. Tocamos más
este botón a ver si llega
luz naranja, soy tu medio
de galope hacia
el horizonte es un des
tierro en cada horizonte tierra y cielo
renegocian su segmento, ascensor
ascensor tenemos roto lo de a dos
yo te llamo, yo te llamo, le
o poema, llegan aplausos
Paseamos por el edificio
abrimos la puerta entre dos pi
sos y ladrillo vemos y
ladrillo hay. Pared
tenemos, pared nos dan.

*

Vamos a volver

a pelear este verano. Vas a
irte de mi casa. Los vecinos
nos escuchan. Mi mirada te clausura
Vas a preguntar por qué
hago cara de ser otra. Es un infierno
contenido en una ostra, mi amor
la pelea es un secreto
escrito en otro idioma, querés mirar
el relleno de las cosas, vas a invitarme
a almorzar y se nos pasa
voy a negarme. La distancia es una lima
el universo una uña larga. La distancia es una rima
mi presencia te lastima. Vas a odiar
que en cada desencuentro se abra un universo. Viven
millones de universos en que estamos separadas
ellos me llaman. Voy a pedirte superficie
vas a dar profundidad. Si hay verdad
la tenemos que cazar. Vas a creer en la verdad
vas a viajar en vertical y yo
no voy a recibirte cuando caigas y yo
voy a recibirte cuando caigas, con las manos estiradas
te espero y digo basta, emoticón
estrellas fuxias, te pido detención, del infinito
no se vuelve, amor
No se viaja al infinito y se vuelve tan liviana
tengo plagas en el alma. No se viaja
al infierno y se vuelve sin resaca. No se invoca
a los ancestros y se escuchan voces mansas.

*

Narrativas y gráficas feministas, 7M dDía de la visibilidad lésbica y 8M Día internacional de la Mujer Trabajadora, 2021. Foto: Prensa Conti.

 

De Último año juntas (Caleta Olivia, 2023; Liliputiense, 2024)

Cuando me despierto
leo un libro nuevo cada día 
antes de dar clase 
antes incluso de prender el celular 
elijo uno de la biblioteca
hago mate, salgo al balcón del monoambiente
y ahí me quedo, el sol y el frío, juntos
en mi ritual de estar sin ella
que es como correr sábanas
que tapaban espejos, de repente me acuerdo
que yo pasaba quieta las mañanas
para que no se despertara, no, era algo
más, creo que la enojaba despertarse
y que yo estuviera en otra cosa
como si la dejara abandonada
en la entrada de este mundo, pero
esto es lo que pasaba: cuando
volvía del sueño, y abría un ojo
y después el otro, marrones, como almendras
cansadas, aunque yo estuviera
justo a su lado, abrazándola,
ella estaba sola. Más sola en ese instante que el resto
de los mortales. Pienso ahora que
pudo ser la persona más sola que vi
Y en realidad, yo también la que ella vió -imaginen
la escena en reversa: una mujer
despierta hace horas, con la persiana
cerrada a mediodía, escribiendo en el celular
para hacer menos ruido, brillo a mínimo,
intentando no moverse por miedo a molestar-
creo que la soledad fue nuestro territorio,
¿qué podíamos fundar en él?

*

Mi primo está esperando un hijo

(o una hija o un hije) podés creer?
Perdón que te escriba
usando el vos, yo sé que estábamos
en el código de la tercera, pero te acordás
que fuimos a su casamiento
en una terraza, y bailaste con mi viejo
dando vueltas en círculos
como si fueran dos antepasados, incómodos,
en cuerpos extraños, levantándose el sombrero?
Había cerveza artesanal y daba el sol
justo antes que la pandemia fuera
una cosa real. Ahora discutimos nombres en un zoom
(¿qué tipo de amor es el que da lugar a nuevas vidas
quiero decir, los hijos, ese centro cerrado y lleno de tajos
que se llama núcleo familiar?): Tomás, Tobi, Potito, Alelí
Mi prima en su cuadrado con su novio, mi hermana
en su cuadrado con su novio, mi
madre con mi padre. Yo estoy sola. Tomo vino
sé que estarías sentada al lado mio, tocándome la pierna
y yo pensaría: ¿por qué me toca tanto
enfrente de la gente?, como si hubieras querido
demostrar algo de lo que yo formaba parte,
ese algo siempre estaba
corriendo entre nosotras como un río
tu algo, mi algo corriendo entre
nosotras como el río, caudaloso, secreto en su misión
Ahora mi prima llora, yo también podría llorar
la pregunta es si los joaquines se portan bien o portan mal
si las áfricas se portan bien o portan mal, si se puede llamar a un hijo
de la misma manera que a un padre. De repente me acordé
de ese día en que empezamos a separarnos, creo
que pudo ser entonces: me dijiste que querías tener hijos
yo te dije que también en unos años
entonces respondiste: voy a escribirle a mi amigo
a ver si le dan ganas, y me quedé mirando
hasta que dije: a título
de pareja querría que me incluyas. El tema es
que no pudimos escucharnos, hacernos un lugar
En cambio, enojada, como si cerraras
la frontera que te vuelve una persona me dijiste que maternar
era una decisión personal y que yo me ponía a mí
en el centro de todo, incluso en tu deseo de ser madre
Entonces entendí que no íbamos a armar una familia
y no porque tuviéramos
ideas muy distintas, sino porque
representábamos peligros, vos eras
un peligro para mí y supongo que yo
fui un peligro para vos, vi, como por un instante, que las dos
teníamos demasiado miedo, un miedo atávico,
animal, que iba por abajo de nosotras
como va la noche por abajo de los días.

 

Silvina Giaganti y Micaela Szyniak

Silvina Giaganti nació en Avellaneda el 29 de mayo de 1976. Estudió Filosofía en la UBA. Dicta talleres de escritura y escribe en medios nacionales y de afuera. Publicó Tarda en apagarse (Caleta Olivia, 2017) y Donde brilla el tibio sol (Mansalva, 2022).

Micaela Szyniak es Lincenciada en Artes de la Escritura por la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Docente en Introducción al Análisis del Discurso (UNA). Autora de los libros Último año juntas (Caleta Olivia, 2023), Contrato precario (Salta el pez, 2019), entre otros. Coordina talleres de escritura.

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