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Revista Haroldo

Diálogo con el pasado y el presente

07/05/2022

Peronismo y feminismo

Mabel Di Leo: militancia, audacia e ingenio

Mabel Di Leo relata como Perón la eligió para reorganizar la Rama Femenina del movimiento peronista en tiempos de la resistencia. Mabel fue una de las organizadoras de la Multisectorial de la Mujer en 1983 y es considerada como el mayor eslabón entre feminismo/transfeminismo y peronismo y antecedente del primer grupo de lesbianas feministas. Su militancia representa la continuidad de aquellas luchas de la resistencia peronista con las de los feminismos y transfeminismos populares.

Sentada en segunda fila, quien fuera la organizadora de la Multisectorial de la Mujer en 1983, Mabel Di Leo, participó en el homenaje en el Ministerio de Defensa a su gran amor (o uno de sus grandes amores), el mayor Bernardo Alberte. En la sala había presentes jóvenes militantes peronistas feministas y transfeministas y no la descubrieron, no por responsabilidad de ellas, sino porque no les contaron o no leyeron sobre su militancia. No es aventurado decir que la figura de Mabel Di Leo se les extravió al feminismo y al transfeminismo peronistas. Al punto que podría decirse que se extravió el mayor eslabón entre feminismo/transfeminismo y peronismo.

En la Semana de la Memoria de 2022, el ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana -quien fue preso político de la dictadura genocida de 1976- encabezó el acto de reparación histórica al coronel Bernardo Alberte (ascendido post mortem), edecán de Juan Perón y su delegado en el país entre 1967-1968. Alberte fue el primer militante asesinado por la dictadura, el 24 de marzo de 1976. Bernardo Alberte es un nudo importante en la biografía de Mabel Di Leo, pero nunca la definió.

Mabel Di Leo es quien ideó y propuso llevar a cabo la Multisectorial de la Mujer, junto con la feminista Inés Cano, a finales de la dictadura cívico militar eclesiástica financiera. De la Multisectorial de la Mujer surgieron las movilizaciones del 8 de marzo en Argentina. La Multisectorial, por otra parte, es el eslabón que pocas veces se menciona como masa crítica que condujo al primer Encuentro Nacional de Mujeres 1986 (hoy Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, No Binaries, Bisexuales e Intersexuales). Para el tiempo de la organización del primer Encuentro, Mabel Di Leo ya se había retirado de la Multisectorial, por desacuerdos con algunas de sus integrantes. “Me pareció mal cuando se empezó a hacer diferencias entre las feministas y las (mujeres) políticas”, explica hoy. En ese momento no había feministas militando o activando oficialmente como tales en los partidos políticos, a excepción del Partido Socialista. “Feminista” era mala palabra para la sociedad argentina, por diversas razones. A lo sumo algunas mujeres de partidos políticos comenzaban a considerarse dentro de un incipiente “movimiento de mujeres”.

Veinte años antes, en 1966, Mabel Di Leo tuvo a su cargo reorganizar la Rama Femenina del movimiento peronista, y fue nombrada por Juan Perón a tal efecto. El nombramiento fue fruto de su audacia e ingenio organizativo, y de su larga militancia de adolescencia y juventud en la resistencia peronista. Mabel Di Leo salía a hacer pintadas en la Panamericana con los hermanos Jorge y Miguel Lizaso (hermanos de Carlitos, fusilado la por la “Libertadora” en 1956 en el basural de José León Suárez). En esos brochazos se gestó el inmortal “Perón vuelve”, la V con la P, un derivado de “Perón vuelve en 1956”, “Perón vuelve en 1957”, hasta que se cansaron de ponerle el año. Cuando Julio Troxler fue fusilado por las AAA en el paredón de atrás de la Escuela Normal Nº5 de Barracas, el referente del peronismo revolucionario y sobreviviente de la masacre de José León Suárez llevaba las llaves de la casa de Mabel Di Leo en el bolsillo, porque era uno de sus refugios.

Sin que ella lo supiera y por su temple intransigente, la figura Mabel Di Leo también fue el antecedente del primer grupo de lesbianas feministas. Una de las fundadoras de aquel grupo –quien escribe esta nota- no hubiera permanecido un minuto en el feminismo de no haber encontrado a esta militante histórica de la resistencia peronista en la Multisectorial de la Mujer. Ese lazo histórico es uno de los que nos habilitan a muches de nosotres a seguir llamándonos “militantes” y no “activistas”. Porque aquellas luchas de la resistencia peronista no están desligadas de las luchas de los feminismos, lesbianismos y transfeminismos populares. Estos son también los feminismos, lesbianismos y transfeminismos de les grasitas, y de sus hijes y nietes, por y para la felicidad del pueblo. Las reivindicaciones de estos movimientos son atinentes a las luchas por la justicia social y los derechos humanos.

Mabel Di Leo es politóloga. Nació el 15 de mayo de 1939. Su madre, Delia Valente (que también integró la Multisectorial de la Mujer), nació el mismo día que Evita, el 7 de mayo de 1919. Fueron las primeras mujeres bomberas voluntarias de Vicente López.

Mabel Di Leo, Buenos Aires, 2022. Foto: Lucrecia Da Representaçao

¿Cómo surgió la Multisectorial de la Mujer, Mabel?

Eso fue entre 1982 y 1983, no recuerdo bien la fecha. Yo acompañaba regularmente a Susana Valle[1] al diario La Voz, y en una de esas visitas alguien de la redacción me dice “te presento a una feminista que anda con la misma idea que vos, de armar algo con las mujeres”. La feminista era Inés Cano, nos pusimos a conversar y nos propusimos la tarea de organizar una Multisectorial de la Mujer con mujeres de partidos políticos, sindicatos, organismos de derechos humanos y feministas. Y lo logramos.

¿Cómo es que estuviste al frente de la Rama Femenina del peronismo en tiempos de la resistencia?

Fui delegada nacional de la Rama Femenina nombrada por Perón entre junio de 1966 y mayo de 1968. Me tuve que ir porque nuestro sector propició la formación de la CGT de los Argentinos.

¿Por qué Perón te nombró a vos y no a Delia Parodi al frente de la Rama?

Isabel (Martínez de Perón) llegó a la Argentina el 11 de octubre de 1965. Ese día se reunió la Rama Femenina en la casa de Delia Parodi[2]. “Les comunico que acaba de llegar al país la señora Isabel Perón”, nos dice. En abril de 1966 se iban a desarrollar las elecciones a gobernador en Mendoza, que eran muy importantes para la estrategia de Perón. Por el Partido Justicialista se presentaba la lista de Ernesto Corvalán Nanclares, y del otro lado (por el neoperonismo o “peronismo sin Perón”) una lista de guiso sin liebre, impulsada por Augusto Timoteo Vandor y el sapagismo (Movimiento Popular Neuquino, de la familia Sapag). Los peronistas hacían cabildos abiertos en los pueblos, en los sindicatos chicos, donde todos queríamos participar y meter baza. Yo había redactado un plan para reorganizar la Rama Femenina en secretarías, y lo llevé a la reunión en la casa de Delia Parodi. Como vi que nadie quería agarrar la manija, no presenté el plan. Mis compañeros me dijeron “no le presentes nada a Delia, se lo presentás a Isabel”.

Mabel Di Leo, Buenos Aires, 2022. Foto: Lucrecia Da Representaçao

No te andabas con chiquitas.

No. Me acuerdo que Isabel se alojó en el Hotel Alvear. Marchábamos por la avenida Alvear cantando la marcha peronista y desde los edificios nos tiraban tarros de café instantáneo y sifones. Cortaron la luz en la zona. El hotel le pidió a Isabel que se fuera y la llevaron al de Luz y Fuerza de la avenida Callao. Después se fue a vivir a la casa de los Carrillo. Todos estos temas los declaré en la causa por el asesinato de Bernardo Alberte ante el secretario del juez Daniel Rafecas[3]. Me vino a buscar la abogada del hijo de Alberte, Elizabeth Gómez Alcorta, porque necesitaban que declaremos militantes que fuimos perseguidos por (José) López Rega. Rafecas determinó que los delitos cometidos por el Estado en 1974 y 1975 también son de lesa humanidad.

¿Cómo te hicieron saber que Perón te había nombrado al frente de “la Rama”?

Me manda a llamar Isabel, que sabía que yo había redactado un plan para organizar la Rama Femenina. Se lo entregué. En la habitación estaba Atilio Renzi, que fue secretario de Evita. Como fui la que le entregó el plan a Isabel, decidieron que fuera yo la delegada de la Rama Femenina, el lugar donde antes había estado Delia Parodi. Isabelita me citó para que nos encontremos en Suministros Gráficos, una imprenta que había comprado López Rega. Eso fue entre el 28 de junio y el 9 de julio de 1966[4]. La Señora tenía custodia de la Juventud Peronista, entre ellos mis amigos Jorge y Miguel Lizaso, que se dieron cuenta de que todo estaba arreglado por Coordinación Federal (la Policía Federal), porque los seguían. Nos atiende (José Miguel) Bagni, una especie de secretario de López Rega. Nos hizo esperar una hora congelados. Nos dijeron que la Señora estaba conversando con el General. Hacía un frío tremendo en Suministros Gráficos, porque quedaba en la calle Salguero al lado del río, donde ahora está la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias. Nunca tuve simpatía por Isabel. ¡Las cosas que nos decía! “Soy como la madre de ustedes, los tengo en la pancita”. No aguanté más la espera y le pedí a Bagni que le diga a la Señora deje de hablar por teléfono y me atienda. Y se dio esta conversación.

-Y quién le dijo que está hablando por teléfono.

-¿Entonces cómo se comunica la Señora con el General?

-Usted no tiene imaginación.

-En este caso no se me ocurre nada. Salvo que tenga la lechuza acá en el hombro. Dígale que siga hablando. Y que Mabel Di Leo estuvo acá.

¿Y cómo siguió después?

Después la reunión se hizo en la casa de Raúl Lastiri con su esposa legítima. Para ese momento Perón, que se hartó de ciertas cosas, le dijo a Isabel “volvete o te desafuero como delegada mía”. Cuando Perón me nombró delegada de la Rama Femenina, era la época en que nos teníamos que reunir con todos los sindicalistas. Perón había enviado una carta donde decía que Vandor lo había visitado y hecho autocrítica, y que podía ser secretario general de la CGT. Bernardo Alberte, que era el delegado de Perón, consideraba que si renunciábamos le dejábamos el campo libre a Vandor. El sindicalista de Sanidad Amado Olmos era el único que lo tenía de hijo a Vandor. En enero de 1968 se accidenta, le explota un neumático del auto y fallece. Nos quedamos sin el candidato y nos fuimos a conformar la CGT de los Argentinos (la CGT oficial, encabezada por Vandor, pactaba con el gobierno militar). Mi segundo marido, Alfredo Lerner, también participaba en aquellas reuniones para unificar al sindicalismo peronista. Cuando me nombraron delegada de la Rama Femenina le agarró un ataque de aquellos por mi cargo. Él era el señor Di Leo, y andaba diciéndole a todo el mundo “yo soy Alfredo Lerner, ella es Mabel Di Leo de Lerner”. Yo soy Mabel Di Leo, no soy de nadie.

Mabel Di Leo, Brasil, 1983. Foto: Lucrecia Da Representaçao

¿Qué pasó con vos cuando los militares asesinaron a Bernardo Alberte?

Sobre mi relación de pareja con Alberte, quiero decir que estuvimos 10 años juntos y nunca me victimicé, porque ya sabía que era casado. El 22 de marzo de 1976 a las 2.30 de la madrugada nos vimos por última vez con Bernardo. Caminamos desde Cabildo y Juramento hasta el Sheraton, junto con otro compañero peronista. Como todos sabían y él no decía nada sobre nuestra relación, esa noche le dije que no nos íbamos a ver más. Estaba embarazada y él no lo sabía. Los militares lo asesinaron el 24 de marzo. De la casa, con su hijo fuimos a la morgue judicial y acompañé el cuerpo hasta que lo llevaron a la bóveda familiar. Vinieron de la embajada de Cuba y me ofrecieron refugio, pero les dije “yo me quedo”. Estuve en tantas casas de gente amiga, y por poco tiempo para no comprometerlos. Cualquier persona podía estar hoy y mañana podía desaparecer. No me fui, perdí aquel embarazo y me internaron con otro nombre. Recién lloré en 1979.

* Esta entrevista es parte de una larga conversación con Mabel Di Leo. Una militante de varias resistencias peronistas que ya en 1982 comprendió que no alcanzaba con las viejas estructuras partidarias, y era menester que las mujeres se organizaran en estructuras mucho más amplias y abarcadoras. 

Adriana Carrasco

Periodista argentina-uruguaya (Buenos Aires, 1963). Militante feminista lesbiana. Escribe desde 1988 en medios gráficos argentinos. Premio Lola Mora a la trayectoria periodística 2021.

Lucrecia Da Representaçao

Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti / Licenciada en Comunicación Social con especialización en políticas públicas (UBA) y técnica superior en imagen fotográfica (EAF)

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Notas

[1] Susana Valle fue la única hija del general Juan José Valle, fusilado en 1956 por encabezar un alzamiento contra el gobierno dictatorial del general Pedro Eugenio Aramburu (presidente durante la etapa más represiva de la llamada Revolución Libertadora), integró la conducción nacional del Partido Peronista Auténtico y fue presa política de la dictadura de 1976, que la sometió a torturas inenarrables. (Ver página web de Roberto Baschetti, entrada “Valle, Susana”). Más tarde, en 1982, Mabel Di Leo y Susana Valle militaron en Intransigencia y Movilización Peronista, organización que editaba el diario La Voz (1982-1985).

[2] Delia Parodi había tomado partido por Augusto Vandor, dirigente sindical que disputaba ocupar “el lugar que Perón había dejado vacío en Argentina”. Mabel Di Leo y su sector de la Juventud Peronista permanecieron en ese momento bajo la conducción de Perón.

[3] La causa fue iniciada por la familia de Bernardo Alberte en junio de 1976 y al derogarse las leyes de impunidad quedó integrada a la megacausa por crímenes de lesa humanidad en el Primer Cuerpo de Ejército.

[4] El 28 de junio, el golpe de Estado comandado por el general Juan Carlos Onganía derroca al gobierno de Arturo Illia, que llegó a la Presidencia de la Nación con el peronismo proscripto.

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