26/07/2021
Sexta Marcha Plurinacional Antiracista
contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios
“¿Dónde está Tehuel?”
El colectivo Trans y No Binarie participó en la sexta Marcha Plurinacional Antiracista contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios en la Plaza de los dos Congresos. Revista Haroldo fue parte de la jornada y recogió testimonios sobre la reciente aprobación de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans y los reclamos del colectivo.
El pasado lunes 28 de Junio, coincidiendo con el día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, el colectivo Trans y No Binarie se dio cita en la Plaza de los dos Congresos para realizar la sexta Marcha Plurinacional Antiracista contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios. Abrigades para resistir la ola polar que azotó la ciudad, con barbijo y protocolo, organizaciones travestis, trans y no binaries (TTNB) y centenares de activistas, artistas y estudiantes se manifestaron una vez más para exigir el fin de la violencia estructural descargada históricamente sobre este colectivo. El acceso a derechos por parte de las personas TTNB constituye una de las deudas más importantes de nuestra democracia: todavía hoy, la expectativa de vida para las personas del colectivo trans es de tan sólo 40 años.
6ta. Marcha plurinacional antirracista contra travesticidios, transfemicidios y transhomicidios, Buenos Aires, 2021. Foto: Tiempo Argentino
Fue una convocatoria plural desde todo punto de vista; reunió a personas de diversos orígenes sociales provenientes de todo el país y de distintas generaciones. Las matriarcas del movimiento, militantes políticas históricas por los derechos de la comunidad y verdaderas sobrevivientes, caminaron junto a les pibis, una generación que se abrió a la vida en sociedad luego de la sanción de la Ley de Identidad de Género y que hoy ejerce los derechos que las primeras lucharon hasta conseguir. Hubo dos escenarios, sobre la explanada de la Avenida Entre Ríos se ubicó frente al Congreso una parte de la dirigencia Travesti / Trans con las organizaciones políticas, sindicales y los movimientos sociales de las cuales forman parte y a unos metros de distancia, un segundo escenario con artistas y activistas independientes que eligieron nuclearse sin pertenencia política explícita, bajo la consigna “bailemos con nuestrxs muertxs”. Entre un acto y el otro, un continuo ir y venir de manifestantes cubiertes con banderas y pancartas participaron de la manifestación escuchando atentamente las consignas agitadas desde los micrófonos.
6ta. Marcha plurinacional antirracista contra travesticidios, transfemicidios y transhomicidios, Buenos Aires, 2021. Foto: Telam
En esta oportunidad, Revista Haroldo habló con les pibis y algunas cuestiones parecieron hilvanar un consenso entre elles. Por un lado, había una alegría compartida por la sanción de la Ley Cupo Laboral Travesti Trans que es percibida como un logro histórico de la comunidad. Sin embargo, la mayoría destacó que avanzar hacia su implementación efectiva resulta fundamental para que esta ley tenga un impacto real. Pero también se escuchó un grito común que recorre transversalmente al colectivo: ¿Dónde está Tehuel? El joven trans de 21 años que en marzo de este año salió de su casa en San Vicente (sur de la provincia de Buenos Aires) hacía una entrevista de trabajo y, al día de la fecha, no se sabe nada de él. Si bien el proceso penal continúa abierto, la percepción general es que no se está haciendo lo suficiente en la investigación y que el caso de Tehuel (que tomó notoriedad pública gracias a la militancia del colectivo y de su familia) es uno más entre los tantos homicidios transodiantes ocurridos cada año que, por razones vinculadas a la matriz heterosexual, racista y clasista de nuestra sociedad, no son visibles ni llegan a la agenda de la política insitiucional, los medios de comunicación o las organizaciones. La inclusión de la figura del “transhomicidio” en la convocatoria de la marcha buscó precisamente dar visibilidad a los crímenes de odio que también sufren varones trans y transmasculinidades. En este sentido, Guillermo, un hombre transgénero de la Ciudad de Buenos Aires de 20 años que estudia Derecho en la UBA, venía caminando por Rivadavia envuelto en los colores de la bandera Trans y ante nuestra pregunta por el motivo de su participación dijo lo siguiente:
Hoy vinimos por el 28 de Junio, por la desaparición de Tehuel. Vinimos a bancar porque se tiene que hablar de la justicia, porque fue un tema que salió durante dos meses y ya nadie habla nada, los dos sospechosos no quieren decir nada y no declaran. Entonces, vinimos por la justicia. Yo quise participar físicamente del debate por el Cupo Laboral Trans pero no pude porque estuve con finales. Y sí, lo ví. Me emocionó mucho, también me decepcionó mucho no haber estado físicamente. Pero bueno, también es formar parte de la historia y es muy loco pensar que después de tantos años de estar luchando, por fin se consiguen cosas. Avanzamos como sociedad, en general. A la gente trans no se nos toma en cuenta; siempre somos un cero a la izquierda. Nadie nos escucha a menos que pase algo muy grave como lo de Tehuel; que es algo que pasa en todos lados, constantemente. Fue una emoción sentir que por fin nos escucharon hoy. Quizás mañana no, pero por lo menos ganamos esta y ya vamos a ganar más, porque todavía falta mucha regulación con la Ley de Identidad de Género, por ejemplo. Las obras sociales están obligadas a cubrir tanto los gastos hormonales como quirúrgicos, por el Plan Médico Obligatorio y es necesario regularlo más porque en la realidad no se cumple. Hay ley pero no hay cumplimiento. Por ejemplo, yo estoy tratando de operarme el pecho, hacerme la mastectomía y mi Obra Social me está bochando de todas las formas posibles. Falta justamente eso, la regulación de la Ley, que realmente se cumpla y que no sea sólo para algunos sectores económicos. Porque los chicos trans en villas no acceden a nada, ni a la salita ni nada; es muy precario, es muy triste.
En el mismo sentido, Sabino, oriundo de La Pampa y trabajador independiente de la cultura, puntualizó sobre el desarrollo de esta movilización y su evolución tras seis años de insistencia, que hoy tiene lugar en plena pandemia por el coronavirus:
Yo creo que es muy difícil todo con la situación del Covid-19, hay una incertidumbre concreta de qué va a pasar. En el medio de todo eso hay un montón de personas que la siguen pasando mal porque interseccionalmente, clase, género y raza, no es lo mismo lo que nos pasa a todas las personas trans. Por eso yo creo que lo que ojalá que se venga es una implementación real y efectiva del cupo en todas las provincias.Me parece que es importante que a partir de este año, en la marcha, se incluyó esto de nombrar los transhomicidios, donde están incluidas las masculinidades trans y personas no binarias y se amplía el espectro más allá de los travesticidios y los transfemicidios.
Entre uno y otro discurso cantaron diferentes artistas del colectivo, se escuchó música y se bailó. Un cuadro singular de la nueva normalidad, con barbijos, bufandas y distancia social, durante unas horas se pudo, a pesar del invierno y la pandemia, crear esa atmósfera característica de las movilizaciones LGBTIQ+, donde la fiesta y el reclamo político conviven. Bailando en una ronda con sus amigues conocimos a Lana, nacida en Mendoza, que hoy estudia la Licenciatura en Actuación en la UNA:
Yo tengo 22 años y de la militancia que hago desde mi adolescencia, es un largo trecho, que fue dado por gente mayor que ha estado militando este cupo; y es un reconocimiento a varias falencias con nuestra comunidad, que existen y están. Nuestro colectivo fue sometido desde la niñez y la adolescencia a la prostitución y al trabajo sexual. Y nuestro poroblema no es el trabajo sexual en sí, sino que es un Estado negligente que no reconoce nuestros derechos, que no reconoce que necesitamos educación, que necesitamos trabajar. No saben el frío que está haciendo en estos momentos, el frío que hace en la zona de Palermo, muchas chicas están preparándose en estos momentos para ir a los bosques de Palermo. El Estado tiene que reconocer que nuestro colectivo no tiene trabajo, ninguna de las empresas nos quiere tomar por causa de la discriminación, ya en pleno siglo XXI. Estamos cansadas. Esto fue y es algo que festejar. Y es un reconocimiento a todo lo que nos ha pasado.
A unos metros, alejada de la música electrónica, sentada en un banco de plaza estaba Maia, de 26 años. Contó que nació en Bariloche y que también se reconoce como parte de un momento histórico:
Vine hoy porque me parece muy importante participar de los reclamos de la comunidad y es un día en el que marchamos en contra de los travesticidios, transfemicidios, homicidios y discriminación hacia la comunidad trans, así que acá: bancando a la gente, bancándonos. Pienso que el cupo es un motivo para festejar, absolutamente. El debate estuvo muy bueno. Estaba con unes amigues y propusimos un juego: tomar un trago cada vez que decían algo transfóbico y la verdad es que nos dejaron bastante sobries, nos impresionó lo bien que estuvo, lo bien que hablaron. La verdad que fue una sorpresa para todes que estuvieran tan al día y sí, un re festejo. Ojalá se aplique y ojalá se aplique bien y consigamos esa integración laboral que es tan importante. Yo creo que por delante queda algo del cambio social, de la aceptación social que se da en cada mesa, en cada discusión. Los diálogos más cotidianos y una aceptación social más grande y tener más reconocimiento. Pero creo que vamos por ese camino y bastante rápido yo creo, vamos bien.
6ta. Marcha plurinacional antirracista contra travesticidios, transfemicidios y transhomicidios, Buenos Aires, 2021. Foto: Telam
Mariano Rapetti / Marcelo Mangini
Área de Diversidad y Géneros del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
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