22/07/2021
La sucesión de secuestros en Jujuy
45 años de la Noche del Apagón
Por Bárbara Komarovsky - Romina Casas
Fotos Ariel Avellan
Entre el 20 y el 27 de julio de 1976 la policía de Jujuy, la Federal, el Ejército y la Gendarmería secuestraron a más de 100 militantes políticos y sindicales, trabajadores y estudiantes, de los cuales 38 permanecen desaparecidos, en las localidades de Calilegua, Libertador General San Martín y El Talar. La responsabilidad de la empresa Ledesma. Carlos Blaquier, dueño de la compañía, al borde del juicio oral por decisión de la Corte Suprema de Justicia.
Marcha por la noche del Apagón, Jujuy, 2017. Foto: Ariel Avellan
Durante la última semana del mes de julio de 1976 la policía de la provincia de Jujuy, la Federal, el Ejército y la Gendarmería Nacional secuestraron a más de 100 militantes políticos y sindicales, trabajadores y estudiantes, de los cuales 38 permanecen desaparecidos, en las localidades de Calilegua, Libertador General San Martín y El Talar. Los hechos se conocieron como “La Noche del apagón” porque durante varios días, a partir del 20 de julio, se cortó el suministro de energía eléctrica para facilitar las detenciones. Hoy, a 45 años de esos episodios, la Corte Suprema de Justicia acaba de dejar sin efecto la falta de mérito en favor de Carlos Pedro Tadeo Blaquier y Alberto Enrique Lemos, dueño y administrador del ingenio Ledesma al momento de los hechos.
“La Noche del apagón” se extendió entre el 20 y el 27 de julio de 1976; durante esos días se produjeron detenciones ilegales, allanamientos, torturas y desapariciones forzadas de sindicalistas, maestros rurales, obreros y estudiantes.
Blaquier, quien el próximo 28 de agosto cumplirá 94 años, es una figura clave en las causas de complicidad civil con la dictadura. Los sobrevivientes de la “Noche del apagón” aseguran que durante su secuestro fueron trasladados en vehículos con el logo de Ledesma. Además, las fuerzas represivas habrían contado con el listado del personal que cuestionaba los métodos y las condiciones que imponía la compañía azucarera. También recuerdan que por esos días solo había luz en el ingenio Ledesma.
Los Arédez
La provincia de Jujuy tenía, al inicio de la dictadura, una fuerte organización sindical. Luis Arédez había sido intendente, a partir de junio de 1973, de la localidad de Libertador General San Martín, donde está asentada la empresa Ledesma. Intentó cobrarle los impuestos municipales que adeudaba (alrededor de 32 millones de pesos) y solo logró un exiguo pago. Arédez era un viejo conocido de los Blaquier: a fines de la década de 1950 había trabajado como médico para la compañía en el ingenio de Tucumán que pertenecía al padre de Nelly Arrieta, la esposa de Blaquier y había observado el alto índice de mortalidad infantil en los hijos de los “trabajadores golondrina”, aquellos contratados para la zafra.
En la película Sol de Noche, de Eduardo Aliverti, el capataz Mario Paz definió a Arédez como el “mediquito zurdo” que tenía el “gesto demagógico” de recetar remedios caros para los obreros del ingenio. Cuando pidió a los empresarios invertir en medicación, Herminio Arrieta, suegro de Blaquier, le respondió que la prioridad era producir. En 1958 fue dejado cesante y el sindicato organizó un paro de actividades que obligó a la empresa a reincorporarlo. Un año más tarde lo despidieron y debió abandonar Tucumán. Se mudó a Jujuy, donde asumió como Director del Hospital Salvador Mazza de Tilcara. Y meses más tarde fue nombrado médico de la obra social del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma.
Su gestión como intendente fue breve, duró menos de un año. Lo acusaron de “infiltrado marxista” y le pidieron la renuncia. Un grupo de civil con ametralladoras tomó la intendencia y lo desalojó. En enero de 1976 el Ejército allanó su casa en Tilcara. El 24 de marzo, día del golpe de Estado, lo secuestraron y lo subieron a una camioneta blanca con el logotipo de Ledesma. Lo liberaron casi un año después, el 5 de marzo de 1977, y lo volvieron a secuestrar el 13 de mayo de ese año, cuando salía del hospital de Fraile Pintado. Permanece desaparecido. Desde entonces, su esposa Olga Arédez marchó por la plaza de Libertador General San Martín. Primero lo hizo con otras mujeres, hasta que fallecieron. Siguió dando vueltas, sola, hasta que murió en 2005. Olga Arédez fue una de las principales impulsoras de los juicios en la provincia.
Marcha por la noche del Apagón, Jujuy, 2017. Foto: Ariel Avellan
El juicio
El 21 de junio de 2018 se inició el juicio en la megacausa por crímenes de lesa humanidad que investiga los hechos ocurridos en “La noche del apagón” y los sucesos que tuvieron lugar el 24 de marzo en Libertador General San Martín y Mina El Aguilar. Este proceso se centra en 15 causas, tiene 21 imputados y se juzgan los delitos contra 120 víctimas, de las cuales 44 permanecen desaparecidas. Los jueces son Alejandra Cataldi, Mario Juárez Almaraz (quienes juzgan en otra causa a la dirigente política y social Milagro Sala) y Federico Díaz. El proceso está demorado por la pandemia del Covid-19.
Entre los acusados hay integrantes y ex integrantes del Ejército, la Gendarmería, la policía provincial y la Federal y el Servicio Penitenciario que actuaron como grupos de tareas en diversos centros clandestinos de detención, entre ellos el de Guerrero, a donde fueron trasladados la mayoría de los secuestrados en la “Noche del apagón”.
Blaquier
En 2012 el juez federal de Tucumán Fernando Poviña (que asumió como subrogante en Jujuy porque el magistrado anterior ignoraba sistemáticamente los pedidos de los organismos de Derechos Humanos de la provincia) procesó a Blaquier como cómplice de la privación ilegal de la libertad agravada de 29 personas, durante los apagones ocurridos entre el 20 y el 27 de julio de 1976, en Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar.
Tres años más tarde, la Sala IV de la Cámara de Casación, integrada por Gustavo Hornos, Juan Carlos Gemignani y Eduardo Riggi, benefició a Blaquier y a Lemos con falta de mérito. El fallo llegó por apelación hasta la Corte, que se tomó otros seis años para resolver. La sentencia, que salió el 8 de julio último, tuvo un voto de mayoría constituido por los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco. El presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, votó en contra y Ricardo Lorenzetti no se pronunció.
Marcha por la noche del Apagón, Jujuy, 2017. Foto: Ariel Avellan
Milagro
Revista Haroldo conversó con Milagro Sala, dirigente social y política y referente de la Tupac Amaru, quien desde hace más de 2.000 días está presa por las denuncias que impulsó contra ella y otros referentes políticos el gobernador de Jujuy Gerardo Morales. La Tupac fue clave para lograr el fin de la impunidad del poder económico en dicha provincia. “Nosotros empezamos a marchar con Olga Arédez cuando éramos unos pocos en la ruta. En ese momento, pasaban los camiones y nos silbaban en las orejas. Militamos muy fuerte esta causa porque consideramos que el poderoso más grande es Carlos Pedro Blaquier y él es uno de los responsables de que en Jujuy haya presos políticos. Trabajamos muy fuerte para que él sea imputado en este juicio”, dijo.
Para Milagro, el fallo de la Corte que anula la falta de mérito contra Blaquier y Alberto Lemos “muestra que no está todo perdido”. “Creo que se está haciendo algo de Justicia en nombre de todos los compañeros que no están, que lucharon para que la banda que dirige Blaquier esté presa”, aseguró la dirigente.
Desde su detención domiciliaria, en el barrio Cuyaya, Milagro recordó a Haroldo la soledad en la que se movía Olga Arédez y los integrantes de los organismos de Derechos Humanos de Jujuy hasta que empezaron a ser escuchados por la Justicia. “Trabajamos mucho para que nos escuchen”, precisó. “La historia está viva e intacta. Es un avance el fallo de la Corte y es una oportunidad para agradecer a todos los compañeros y compañeras que trabajaron para que esta causa llegue a juicio”, manifestó Milagro Sala.
Marcha por la noche del Apagón donde Milagro Sala, presa desde 2016, no pudo estar presente, Jujuy, 2017. Foto: Ariel Avellan
La movilización por la “Noche del apagón”
Este jueves 22 de julio tendrá lugar la tradicional movilización desde Calilegua hasta Ledesma, un tramo que toma 8 kilómetros sobre la ruta 34. La marcha se hace desde el retorno de la democracia, en este 2021 es la edición número 38. En la movilización, que se hace el anteúltimo jueves del mes de julio, participan referentes políticos y sindicales de Jujuy y en años anteriores llegaron caravanas desde la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Desde que la Tupac Amaru comenzó a participar de las movilizaciones, en los inicios de la década de 2010, las marchas se hicieron masivas.
Las actividades por los 45 años de la noche del apagón comenzaron el lunes 19 de julio con una vigilia virtual vía redes. El miércoles 21 hubo una charla debate con la juventud de la CCC y hoy, 22 de julio, a las 15 hs. será la marcha del apagón, presencial, que se transmitirá por Facebook e Instagram.
Marcha por la noche del Apagón, Jujuy, 2017. Foto: Ariel Avellan
Pandemia, una línea de conducta
Durante la pandemia del Covid-19 la empresa Ledesma también fue noticia. El sindicato de trabajadores de Ledesma (Soeail) denunció a la empresa por “incumplir protocolos y propagar casos de coronavirus”: entre los trabajadores ya hay más de 20 fallecidos y alrededor de 500 contagiados por coronavirus. Sin embargo, la compañía informó, en noviembre del año pasado, que había finalizado la zafra con “gran éxito”, un 5 por ciento superior a la de 2019.
Las enfermedades que se producen por la falta de condiciones de seguridad e higiene para trabajar en la compañía tampoco son una novedad. Cuando uno está cerca de la planta de Ledesma, en Libertador General San Martín, lo invade un fuerte olor a podrido. Es el bagazo (desecho de la caña de azúcar) que provoca la “bagazosis”, una dolencia respiratoria que puede llevar a la muerte. No es casual que Jujuy tenga un esperanza de vida de casi 6 años por debajo de la media nacional: 71,76 en la provincia frente a 77 años en la Nación.
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