15/12/2020
Las ocasiones #9 - Idea Vilariño
Por Idea Vilariño
Fotos Celeste Carboni
En el año del centenario de su nacimiento, Haroldo publica una selección de poemas de la escritora uruguaya Idea Vilariño, elegidos y prologados por la poeta Melisa Papillo.
Y la luz ya no fuera un haz de espadas
por Melisa Papillo
“no sé por qué me despierto / algunas noches vacías / oyendo una voz que canta / y que, tal vez, es la mía”, suena en la voz de Zitarrosa, primero, después de Cristina Fernández y, por último, de Soledad Villamil: una computadora ilumina mi living, me desvelo escuchando versiones de “La canción y el poema (La canción)”, poema que Idea Vilariño dio a Zitarrosa cuando una noche le golpeó la puerta de su casa y le pidió una letra para ponerle música. Estas horas las atravieso además leyendo comentarios de foristas que pelean en cada video sobre quién interpretó mejor la obra.
Idea nació en Montevideo hace 100 años, el 18 de agosto de 1920. Fue poeta, docente y crítica. Dedicó gran parte de su trabajo a la investigación literaria de letras de tango.
Cuando leo a Idea Vilariño voy del placer absoluto a la exclamación ¡qué obsesión con la muerte!, sobresalto que se esfuma de inmediato cuando vuelvo a entrar en el tejido de poemas que hacen a la misma muerte un lugar, un espacio propio y confortable en su poesía.
Leer a Idea supone un paisaje, inevitables y recurrentes imágenes rodean su obra: el mar, el pozo negro y profundo, la noche desgarrada/desgarradora, la soledad, las nadas y los nadies caminando entre sus versos. A pesar de que la muerte ha sido invocada en sus poemas de vastas maneras, tuvo una larga y prolífica vida. Vida que tuvo su momento más feliz en la infancia, una época de ensueño y paraíso, un hogar seguro junto a su madre, padre, hermanas y hermanos. Idea era parte de una familia que albergaba ideales libertarios y pasión por la poesía y, de algún modo, esto se refleja en los nombres que su madre y su padre eligieron para lxs hijxs: Alma, Idea, Poema, Azul y Númen: “Lejana infancia paraíso cielo / oh seguro seguro paraíso”. La adultez será en sus poemas un caminar por la luz y la sombra, un nombrar persistente de las cosas que intrínsecamente componen la vida: el dolor, el recuerdo del amor, el tiempo como una cuenta regresiva para encontrarse con la muerte: “cada uno es un fruto madurando su muerte” (“Verano”). Al respecto, “El universo de Idea Vilariño -dice Ana Inés Larre Borges, crítica literaria uruguaya- es el del paraíso perdido, el día después de la caída, una caída sin esperanza de redención.”
La voz de Idea es una fuerza arrolladora que emerge desde el centro de cada poema, es una voz que defiende a destajo su lugar, aún en medio del dolor y la espera. Dijo alguna vez: “Solo escribo en el colmo de las vivencias. No sé hacerlo de otro modo”. No hay un regocijo alrededor del dolor, se escribe desde ahí para partir, desde el éxtasis de un momento. La voz de Idea es una voz que reclama y defiende como propio el tiempo del sufrimiento, el tiempo de la espera. Es como si colgara en su puerta un cartel que dijera “No molestes, estoy sufriendo”. Hay en ella algo que la distingue, una entereza en el desconsuelo y una voluntad de ser; una figura erguida en medio de la desolación y la soledad construye desde allí su propio reino.
Idea le habla tanto al amor como al desamor, no importa a quién se dirija, posiciona su voluntad como mujer más allá de las voluntades ajenas: “Ven / o no vengas / yo / me estoy aquí / esperando” (“Estoy aquí”). El dolor, abrazado en tantos poemas, cruza también la frontera de lo personal y refleja el gran dolor del mundo, como en el poema “Pobre mundo”; a la vez, su postura ante el absurdo de la vida se refleja desde una voz desafiante e irónica: “Si te murieras tú / y se murieran ellos / y me muriera yo / y el perro / qué limpieza”.
Mi pantalla llega al documental de Mario Jacob, Idea: la madrugada se cierra con una Idea Vilariño de hablar pausado, vuela sus ojos mientras dice en su propia y lapidaria ley “nunca sentí influencia de nadie”.
LA CANCIÓN Y EL POEMA (LA CANCIÓN)
Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé por qué me despierto
algunas noches vacías
oyendo una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.
Quisiera morir -ahora- de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería,
quisiera morir, quisiera… de amor,
para que supieras…
Algunas noches de paz,
-si es que las hay todavía-
pasando como sin mí
por esas calles vacías,
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas,
escucho una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.
Quisiera morir - ahora- de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería;
quisiera morir, quisiera… de amor
para que supieras…
1973
*
COMPARACIÓN
Como en la playa virgen
dobla el viento
el leve junco verde
que dibuja
un delicado círculo en la arena
así en mí tu recuerdo.
(En Poemas de amor, 1966)
*
BUSCAMOS
Buscamos cada noche
con esfuerzo
entre tierras pesadas y asfixiantes
ese liviano pájaro de luz
que arde y se nos escapa
en un gemido.
(En Poemas de amor, 1982)
*
ALGUNO DE ESTOS DÍAS
Alguno de estos días
se acabarán las bromas
y todo eso
esa farsa
esa juguetería
las marionetas sucias
los payasos
habrán sido la vida.
(En No, 1963)
SI MURIERA ESTA NOCHE
Si muriera esta noche
si pudiera morir
si me muriera
si este coito feroz
interminable
peleado y sin clemencia
abrazo sin piedad
beso sin tregua
alcanzara su colmo y se aflojara
si ahora mismo
si ahora
entornando los ojos me muriera
sintiera que ya está
que ya el afán cesó
y la luz ya no fuera un haz de espadas
el aire ya no fuera un haz de espadas
y el dolor de los otros y el amor y vivir
y todo ya no fuera un haz de espadas
y acabara conmigo
para mí
para siempre
y que ya no doliera
y que ya no doliera.
(En Nocturnos, 1952)
*
TANGO
Yo vengo por la calle
compro pan
entro en casa
hay niebla y vengo triste
tu amor es una ausencia
tu amor digo mi amor
amor que quedó en nada.
Subo las escaleras
repasando esa historia
y me quedo en lo oscuro
tras de la puerta
amarga
pensando no pensando
en tu amor
en la vida
en la soledad que es
única certidumbre.
(En Poemas de amor, 1957)
*
CUANDO COMPRE UN ESPEJO
Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decime
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
me miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirareme
con esa extraña vez -mis once años-
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré ésa soy ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos.
(En Nocturnos, 1965)
*
VERANO
Mediodía
Transparentes los aires, transparentes
la hoz de la mañana,
los blancos montes tibios, los gestos de las olas,
todo ese mar, todo ese mar que cumple
su profunda tarea,
el mar ensimismado,
el mar,
a esa hora de miel en que el instinto
zumba como una abeja somnolienta…
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
ramar rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
las voces, el silencio.
A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de blancura,
cada uno es un fruto madurando su muerte.
(En La suplicante, 1944)
PLAYA GIRÓN
Siempre habrá alguna bota sobre el sueño
efímero del hombre
una bota de fuerza y sinrazón
pronta a golpear
dispuesta a ensangrentarse.
Cada vez que los hombres se incorporen
cada vez que reclamen lo que es suyo
o que buscan ser hombres solamente
cada vez que la hora de la verdad la hora
de la justicia suenan
la bota pega rompe ensucia aplasta
deshace la esperanza la ilusión
de simple dicha humana para todos
porque tiene otros fines como Dios
como dicen los curas que su dios
tiene otros altos fines misteriosos
otros planes en que entran Hiroshima
España Argelia Hungría y todo el resto
en que entran la injusticia la opresión
el abandono el hambre el frío el miedo
la explotación la muerte
todo el horror todo el dolor del hombre.
Va cambiando de pies según el oro
según la fuerza y el poder se mudan
pero siempre habrá alguna
a veces más de una
pisoteando los sueños de los hombres.
(En Pobre mundo, 1961)
*
POBRE MUNDO
Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja mojada
borrara su lugar en el espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo.
Se le caerá la vida como una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose despacio
como una llaga entera
como un muerto.
(En Pobre mundo, 1962)
Fotos: Celeste Carboni @celescelesteecarboni / Fb celes celeste
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