22/10/2020
Día Nacional del Derecho a la Identidad
Las Abuelas de Plaza de Mayo cumplen 43 años de lucha
Haroldo publica el homenaje del Secretario de Derechos Humanos a las Abuelas por su incansable lucha por la restitución de la identidad de niñxs apropiadxs durante la última dictadura cívico militar.
Hay algo que reitero cada vez que hablo de nuestras queridas Abuelas de Plaza de Mayo y es que muchas y muchos de nosotros les vamos a estar agradecidos toda la vida. Por un lado, es lógico que quienes pudimos encontrar nuestra identidad lo veamos de esa manera. Pero no hago referencia a nosotros como nietos o nietas, sino a nosotros como sociedad.
Pensar una Argentina sin esta lucha es pensar en blanco, o directamente no pensar. Ellas, nuestras madres y abuelas, se transformaron en un símbolo de resistencia y reparación. Y si pudieron llevar adelante su objetivo fue gracias al amor más primario que existe, el amor a un hijo o una hija. Desde sus reclamos y exigencias aportaron a la humanidad herramientas que transformaron las ideas sobre qué es la identidad.
Desde el comienzo, ellas concibieron su lucha en clave de derechos. En materia científica, sumaron su granito cuando a mediados de los 80 convocaron a genetistas para alcanzar rigor científico en la búsqueda de los nietos y nietas. Así consiguieron generar un índice de “abuelidad” que es el que permite comparar genéticamente abuela con nieto.
También lograron que en noviembre de 1989 se incorporaran los artículos 7, 8 y 11 a la Convención sobre los Derechos del Niño para garantizar en todo el mundo el Derecho a la Identidad. Se los llama artículos argentinos en reconocimiento a esa lucha incansable de Abuelas.
Hoy vemos como en otros países, gracias a la visibilización que tuvieron los casos de Abuelas alrededor de todo el mundo, se preguntan qué pasó con sus niños y niñas. Por ejemplo, en España durante el franquismo, o en Guatemala, donde buscan chicos que fueron robados en los 80, o lo que se llamó la Operación Peter Pan en Cuba.
También producto de esta búsqueda tenaz, las abuelas visibilizaron prácticas que se llevaban y se llevan adelante en nuestro país, prácticas donde se trata a los menores como objetos y no sujetos de derechos como son el tráfico, el robo y las apropiaciones ilegales.
Hoy, a 43 años del nacimiento de Abuelas de Plaza de Mayo, son muchos los hombres y mujeres que todavía desconocen su origen biológico. Y lo más grave es que la violación a la identidad se está llevando a segundas y terceras generaciones. Es esfuerzo de todas y todos poder recuperar esas identidades. No hay tiempo y no son solo abuelas las que están esperando. Hay hermanos, hermanas, primos, tías y sobrinos que también aguardan.
Desde el Estado tenemos la obligación de agotar todos los recursos que estén a nuestro alcance para romper con esta injusticia. Pero es necesario que toda la sociedad colabore para saldar esta deuda que tiene la democracia no solo con las familias que hoy esperan, sino también con cientos de madres y padres a los que los genocidas les robaron la posibilidad de mantenerlos vivos en el recuerdo de sus hijos. Concluyo con el ejemplo que nos dejan nuestras madres y abuelas que cuando el objetivo es claro y se sabe a dónde ir no importan las diferencias, el fruto de ese andar está asegurado.
Ya lo dijo Néstor Kirchner en uno de sus discursos frente a Asamblea General de las Naciones Unidas: “Somos hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”.
*Secretario de Derechos Humanos de la Nación
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