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Revista Haroldo

Diálogo con el pasado y el presente

16/07/2019

Prosas profanas #1 - Fernando Pessoa

Prosas profanas no es un homenaje, es un ritual de invocación, un brazo estirado que clava sus uñas en el aire y atisba lo sagrado. El tiempo se pliega y las voces del pasado reverberan en nuestra imaginación como un camino, como un coro que nos permite hacerle frente al caos. Revista Haroldo publica tres poemas de Fernando Pessoa elegidos por el poeta y psicoanalista Unai Rivas Campo.

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"La Belle Société" (La bella sociedad) 1965-1966, de René Magritte. Museo de Bilbao (España)

A PESSOA NO LE IMPORTABA QUIÉN ERA PESSOA

La literatura tiene una peligrosa fascinación por los contextos. Eso en la escritura de poemas pesa demasiado. A los escritores de poemas se los conoce más por su contexto que por sus textos. Dicha clasificación resulta agobiante. Juzgar a un escritor por aquello que lo rodea es injusto para los escritores y también es injusto para el lector. Y por eso a mí no me interesa quién era Fernando Pessoa. No me importan las circunstancias políticas, económicas o culturales que rodeaban su obra. Me resultan indiferentes sus vínculos con sociedades secretas, o las leyendas sobre su amistad con Aleister Crowley. Todo eso me da igual. Confieso además que ese falso halo romántico, de escritor maldito y poco reconocido en vida, a estas alturas me provoca cierta vergüenza ajena. Y estoy convencido de que Fernando Pessoa pensaba exactamente lo mismo.

Porque a Pessoa la vida de los autores le importaba tan poco, que lo llevó a crear su propio universo. Su particular contexto de vidas y autores. Así nacen los heterónimos: como una gran burla. Una ruptura con las convenciones establecidas que atan al autor a un tiempo y espacio determinados. A Pessoa no le importaba quién era Pessoa. Era muchos y ninguno al mismo tiempo. Mejor hablemos entonces de sus textos. Hoy vamos a hablar sobre poemas. Vamos a hacer una selección de poemas de Pessoa. Sus poemas lo valen. La poesía lo merece. Basta ya de historia de la poesía, es la hora de los textos. Es hora de que hablen los poemas.

El poema número XX de “El Guardador de Rebaños” es una Auténtica obra Maestra. El autor cumple con aquello que Huidobro dijo una vez: “no hables sobre la lluvia, haz llover”. Porque un poema, a diferencia de un texto narrativo, debe decir sin explicar. Atravesarnos con lo fundamental, sin contarnos nada en particular, es el gran mérito de un poema. Lo que un tratado completo de filosofía a duras penas logra esclarecer, Pessoa lo resuelve hablando sobre el río que pasa por su aldea. El poema lo atribuye a Alberto Caeiro. No importa.

“Prosas profanas” - Revista Haroldo | 1

El Segundo poema se expresa a través del heterónimo Álvaro De Campos. Tampoco importa. En este poema Pessoa nos demuestra lo poco enamorado que estaba de sí mismo. Refiere en uno de sus versos “al soldado que muere por la patria sin saber lo que es la patria”. Utiliza aquí una técnica clave en muchos de sus textos: versos que anuncian una acción y la falta de sentido de esa acción al mismo tiempo. Así, Pessoa, maestro del oxímoron, no habla de la desolación o la fragilidad. Pessoa nos hace parte de su desolación y su fragilidad.

El tercer y último poema se expresa a través de Ricardo Reis. Un poeta imaginario nacido en Oporto en 1887 y presuntamente muerto en Brasil. No importa. El poema es una Oda: versos rimados, simétricos y armónicos. La encarnación del estilo clásico en la escritura de poemas. Y sin embargo, quizás este poema sea su manifiesto más preciso. Aquí, Pessoa y todos sus heterónimos, nos gritan en la cara que la existencia es un lujo banal. Al final lo único que importa es el poema.

Por favor, no lean poesía. Lean poemas. De eso se trata. Lo demás no importa.

Unai Rivas Campos

1
El Tajo es más bello que el río que pasa por mi aldea,
pero el Tajo no es más bello que el río que pasa por mi aldea
porque el Tajo no es el río que pasa por mi aldea.
En el Tajo hay barcos grandes
y todavía lo navega
para aquellos que ven en todo lo que allá no está
la memoria de las naves.

El Tajo baja desde España
Y el Tajo entra al mar en Portugal.
Todo el mundo lo sabe.
Pero pocos saben cuál es el río de mi aldea
Y hacia dónde va
Y de dónde viene.
Y por eso, porque pertenece a menos gente
es más libre y más grande el río de mi aldea.

Por el Tajo se va el mundo.
Más allá del Tajo está América
Y la fortuna de aquellos que la encuentran.
Nunca nadie pensó en lo que hay más allá
del río de mi aldea.
El río de mi aldea no hace pensar en nada.
Quien está al pie de él solo está al pie de él.

2

Sentir todo de todas las maneras,
Vivir todo de todos los lados,
Ser la misma cosa de todos los modos posibles al mismo tiempo,
Realizar en sí toda la humanidad de todos los momentos
Y en un sólo momento difuso, profuso, completo y largo.

Yo quiero ser siempre aquello con que simpatizo,
Yo me vuelvo siempre, más tarde o más temprano,
Aquello con que simpatizo, sea una piedra o un ansia,
Sea una flor o una idea abstracta,
Sea una multitud o un modo de comprender a Dios.
Y yo simpatizo con todo, vivo de todo en todo.
Me son simpáticos los hombres superiores porque son superiores,
Y me son simpáticos los hombres inferiores porque son
superiores también
Porque ser inferior es diferente de ser superior,
Y por eso es superioridad para ciertos momentos de la visión.
Simpatizo con algunos hombres por sus cualidades de carácter,
Y simpatizo con otros porque carecen de esas cualidades,
Y con otros incluso simpatizo por simpatizar con ellos,
Y hay momentos absolutos orgánicos en que ésos son
todos los hombres.
Sí, como soy rey absoluto en mi simpatía,
Basta que ella exista para que tenga razón de ser.
Estrecho en mi pecho palpitante en un abrazo conmovido
(en el mismo abrazo conmovido)
Al hombre que da la camisa al pobre que desconoce,
Al soldado que muere por la patria sin saber qué es la patria,
y…
Y al matricida, al fraticida, al incestuoso, al violador de niños,
Al ladrón de caminos, al pirata de los mares,
Al ratero de carteras, a la sombra que espera en las callejas-
Todos son mi amante predilecta por lo menos una vez en la vida,
Beso la boca de todas las prostitutas,
Beso sobre los ojos de todos los souteneurs,
Mi pasividad yace a los pies de todos los asesinos,
Y mi capa a la española esconde la retirada de todos los
ladrones.
Todo es razón de ser de mi vida.

3

Sí, sé bien
que nunca seré alguien.
Sé de sobra
que nunca tendré una obra.
Sé, en fin,
que nunca sabré de mí.
Sí, mas ahora,
en tanto dura esta hora,
esta luna, estos ramos,
esta paz en que estamos,
dejadme que crea ver
lo que nunca podré ser.

* Unai Rivas Campo es poeta y psicoanalista. En 2018 publicó Ángel sucio, su primer libro de poemas. Es uno de los organizadores del Ciclo Cross en la Boca. Nos presenta, en esta primera publicación, tres variaciones de Fernando Pessoa.

“Prosas profanas” - Revista Haroldo | 2
Información de imagen
Ilustración de Adolfo Serra en "Un disfraz equivocado". Antología poética de Fernando Pessoa.

Publicado por Nórdica Editorial. 2015

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