16/09/2018
A 42 años, nuevos relatos sobre la Noche de los Lápices
Por Sandra Raggio
Sandra Raggio es directora de la Comisión Provincial por la Memoria y autora de “Memorias de la Noche de los Lápices. Tensiones, variaciones y conflictos en los modos de narrar el pasado reciente”, que presentará el próximo 5 de octubre en el Conti, en el marco del XI Seminario Internacional Políticas de la Memoria. Revista Haroldo presenta hoy un adelanto del libro.
“Memorias de la Noche de los Lápices. Tensiones, variaciones y conflictos en los modos de narrar el pasado reciente” es producto de una investigación sobre los relatos de la Noche de los Lápices, inscribiéndolos en los procesos de significación del pasado dictatorial, en relación con los distintos contextos políticos en los que tuvieron lugar. Su estudio nos hizo detener en la indagación sobre el acontecimiento, entendiéndolo no como la ocurrencia de ciertos hechos, sino como la creación de un único evento, mediante la interrelación de varios, a través de la construcción de una trama de sentidos que los encadenan.
Se trata de historizar el acontecimiento dando cuenta de sus variaciones y reconstrucciones que se dieron a lo largo del tiempo en el marco de las disputas por las formas de narrar el pasado.
Hemos tomado como corpus de estudio las distintas configuraciones narrativas que lo fueron constituyendo, desde las primeras denuncias durante la dictadura, su presentación en la CONADEP, el Juicio a las Juntas, y las narrativas emergentes post indultos en torno a los desaparecidos en clave militante.
En los cinco capítulos que lo componen se analizan los primeros testimonios que hicieron referencia a los hechos que lo constituyen, tanto dentro como fuera de la escena judicial, el libro de María Seoane y Héctor Ruiz Núñez, la película de Héctor Olivera y finalmente otros testimonios que pusieron en tensión los relatos canónicos del acontecimiento.
La pregunta que recorre el texto es por qué aquellos primeros relatos siguen teniendo fuerza en la transmisión de la memoria de la dictadura a las nuevas generaciones, a pesar del paso del tiempo y de la emergencia de otros que los pusieron en tensión. En definitiva, cuánto de nuestro presente continúa ligado a los primeros años de la transición, a las ideas de democracia y de la política que se configuraron allí y en particular a la figura de la “víctima inocente” que ha enmarcado la acción del amplio campo de los derechos humanos.
La pregunta que recorre el texto es por qué aquellos primeros relatos siguen teniendo fuerza en la transmisión de la memoria de la dictadura a las nuevas generaciones, a pesar del paso del tiempo y de la emergencia de otros que los pusieron en tensión. En definitiva, cuánto de nuestro presente continúa ligado a los primeros años de la transición, a las ideas de democracia y de la política que se configuraron allí y en particular a la figura de la “víctima inocente” que ha enmarcado la acción del amplio campo de los derechos humanos.
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