09/03/2018
“Había una vez una guerrera que despertó. No por un beso de un príncipe sino por el de la revolución”
Desde temprano se respiró libertad. Por un día las calles fueron tomadas por mujeres.
Abuelas, madres, hijas, nietas, todas. Sí, todas juntas. Fue un reclamo inédito y recargado. Masivo, como en ningún otro 8 de marzo.
Cientos de miles se manifestaron por la igualdad de género, la legalización del aborto, contra los femicidios y la disparidad salarial entre otros temas que se vieron reflejado en cada grito y pancarta.
Cuerpos pintados, pañuelos verdes, abrazos, cánticos, bailes se hicieron presente bajo el intenso sol que acompaño durante toda la marcha.
“El futuro es feminista”, proclamaban las distintas remeras que con grandes consignas y una admirable creatividad se vio en cada esquina.
Fue un día histórico, un día de lucha, de compromiso, de sororidad pero sobre todo de amor y esperanza que se respiraba en cada paso.
Había muchas adolescentes de escuela secundaria, chicas mayores de las facultades y de diferentes partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales. Eso sí: todas organizadas con consignas claras que llegaron para marchar en grupos grandes, pero a veces deambulan de a dos o de cuatro.
Varias de ellas participaron durante cinco viernes consecutivos en las Asambleas de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis convocadas por el colectivo Ni Una Menos en la Mutual Sentimiento del barrio de Chacarita para organizar el paro del #8M. De esos encuentros se logró un documento consensuado que fue leído en el escenario central frente a miles de personas.
“Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito. Paramos porque venimos a decirle basta a las violencias femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que las sustentan. Venimos produciendo este tiempo de desobediencia al patriarcado y al capitalismo que acumula fuerza en los territorios, revoluciona las casas, las camas y las calles. Venimos reclamando a todas las centrales sindicales la convocatoria al paro y la organización de asambleas”
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