03/01/2024
Voy a aprovechar la ocasión, ahora que estoy acá, a punto de saltar en paracaídas por primera vez en mi vida y que el avión tiembla como las aletas de un panqueque en pleno vuelo y huele a manteca, ahora que me gusta mirar la tierra desde el aire porque es como estar suelto, libre del suelo y desgarrado del suelo al mismo tiempo, para contar quién es mi padre. No mi padre de sangre, no Félix Roque Giménez, el desaparecido el 15 de marzo de 1976 en las calles de la ciudad de Córdoba, que siempre está aunque nunca haya estado, sino el padre que me acompaña siempre en las calles de cada ciudad a la que voy.
Ilustración: Lucas Rocino
1. Mi padre médico que hizo el servicio militar en Campo de Mayo y que me enseñó a jugar al fútbol pero como falté a la clase de aprender a gambetear me quedé con lo que me sale naturalmente: patear y marcar.
2. Mi padre que en los 80’ tuvo un bar que se llenaba de jóvenes porque estaba de moda y que después se fundió y puso una pizzería y después se fundió y puso un bodegón y después se fundió y trabajó en un laverrap y se fue y después vendió frisbees y después vendió accesorios para colgar anteojos y después fabricó y vendió artesanías y durante todo ese tiempo me enseñó muchísimas cosas y entre ellas una muy importante que es cómo tacklear sin lastimarse porque, entre las cosas que me enseñó, me enseñó a jugar al rugby.
3. Mi padre que, acompañado por dos botellas de ginebra, manejó 3.000 kilómetros sin interrupción para ir a saludar a su hijo recién operado en un hospital de provincia y que, como no tenía nada más que hacer que ir a saludar a su hijo, ese mismo día pegó la vuelta y se volvió a su casa, que quedaba a 3.000 kilómetros, sin parar.
4. Mi padre que era empleado judicial y vivió toda su vida en unos monoblocks de una ciudad de provincia y que cuando se jubiló se quiso dar un gusto y se compró un Alfa Romeo.
5. Mi padre que me enseñó algunos trucos del ajedrez y que me regaló mi primer libro de ajedrez y que me daba clases de matemática y que trabajaba en una rotisería a la vuelta de casa y se había hecho muy amigo de mi abuela y venía bastante seguido a visitarla y se quedaba a cenar y una noche me llevó a ver a los Globetroters al Luna Park.
6. Mi padre que había sido marino de guerra y me daba clases de física y era fanático de Borges y recitaba poemas de Borges de memoria y vivía en un piso veinte con vista al río y a toda la ciudad y siempre contaba anécdotas de su vida en la marina de guerra.
7. Mi padre que para hacer el puchero hervía todas las verduras por separado y después las juntaba, ya cocidas, en el plato.
8. Mi padre que fumaba adentro de la camioneta donde yo lo acompañaba a hacer el reparto del día y llenaba la cabina de humo a pesar de ir siempre con la ventanilla abierta y encendía los cigarrillos con fósforos y entonces el olor al fósforo quemado y a la madera quemada era siempre una especie de oasis en medio de tanto humo blanco del cigarrillo.
9. Mi padre que nos llevaba a un camping en las sierras y nos dejaba ahí al cuidado de su mujer todo el verano mientras él se iba al bar que había al otro lado del río a jugar al truco con sus amigos.
10. Mi padre que nos llevaba a robar choclos en los campos al borde de la ruta o duraznos en las quintas al borde de la ruta.
11. Mi padre que llegaba a casa sin avisar y se quedaba horas charlando con mi abuela, dormía la siesta, leía el diario y le gustaba
comer la masa cruda de la torta antes de meterla al horno.
12. Mi padre que me retorcía los dedos de los pies y que me hizo ver mi primera película porno y una vez en una fiesta colgó forros inflados por toda la casa.
13. Mi padre que un día apareció con una hija de 17 años.
14. Mi padre que vivió en casa como dos años y trabajaba en la Hemeroteca del Congreso de la Nación y que iba al supermercado solo para comprar queso salamines y vino, todo en calidad intermedia o alta.
15. Mi padre que se casó con una mujer-oso y que hace algunos años se murió de SIDA.
16. Mi padre que me llevaba a andar en triciclo a la plaza y que yo creía que iba a estar siempre conmigo porque era mi abuelo, o sea el marido de mi abuela, pero que se murió tan rápido que la que tuvo que enseñarme a andar en bicicleta fue mi abuela.
17. Mi padre que se fue a vivir a Calamuchita después de poner los nombres de todos los lugares del país en una bolsa y sacar uno al azar que decía Calamuchita.
18. Mi padre que tiene cinco hijos y como las milanesas nunca alcanzaban para todos decía que no le gustaban las milanesas.
19. Mi padre que me trajo mi primer instrumento musical, un saxo tenor, de un viaje, y que hace muy buenos asados.
20. Mi padre que inventó un personaje que se llama el Gordo Rockambole y es un as en la manga si uno quiere hacer reír a un bebé.
21. Mi padre que cuando algo es muy viejo dice “eso es de cuando los pedos se tiraban con onda”.
22. Mi padre que usa la expresión “tirarse pedos de colores” pero no me acuerdo qué significa.
23. Mi padre que me llevaba a navegar en un velero todos los sábados y una vez chocamos con otro velero y se puso tan pálido que pensé que se iba a morir o que ya estaba muerto.
24. Mi padre que me llevaba a navegar en velero todos los sábados y que en realidad era mi psicólogo.
25. Mi padre/psicólogo que se murió y yo me enteré tanto tiempo después que cuando llamé a la viuda para darle el pésame ella ya se había mudado y me atendió un nene de nueve o diez años que mientras intentaba averiguar algo de la viuda me preguntó mi nombre y le dije Félix y él me dijo “yo también me llamo Félix” y me colgó.
26. Mi padre que un día me dijo de hacer un pozo gigante en la arena y lo hicimos y él se cayó adentro y no podía salir y tuve que llamar al bañero para que lo saque.
27. Mi padre que siempre me dijo “nunca saltes en paracaídas” pero estuvo a punto de regalarme una moto y al final no me la regaló y dijo “no, es muy peligroso, andar en moto es como saltar en paracaídas.”
28. Mi padre que me llevaba a jugar al tenis y que después de cada partido me invitaba una coca.
29. Mi padre que tan seguido tocaba el timbre de casa sin avisar que un día decidí no atender más el timbre.
30. Mi padre que cuando empecé a estudiar Letras en la universidad dijo “yo voy a estudiar Historia”, pero nunca estudió.
31. Mi padre baterista que un verano nos acompañó unos días en la playa y contó que había estado en la guerra de Malvinas y cuando le pregunté si no había tenido miedo de que lo mataran dijo “no, si esta vida es un bolazo”.
32. Mi padre baterista que volví a ver muchos años después tocando en el Hard Rock Café de Buenos Aires con una banda muy buena y la verdad que la rompía.
33. Mi padre que me enseñó a dejar que las cosas que escribo vayan apareciendo solas y que escriba de a poco, como un caracol, y que todo eso lo dijo una tarde en un bar mientras tomábamos una limonada.
34. Mi padre que tuvo cáncer y se murió.
35. Mi padre que tuvo cáncer y todavía no se murió.
36. Mi padre que murió de cirrosis.
37. Mi padre que tuvo cáncer y también murió.
38. Mi padre que cuando murió su mujer empezó a contar sus aventuras amorosas con una enfermera norteamericana.
39. Mi padre que no hablaba mucho pero estaba casado con una mujer que hacía unos pastelitos de dulce de membrillo que nunca volví a probar en ninguna parte.
Ilustración: Lucas Rocino
40. Mi padre que me acompañó a comprar mi primer auto, un Fiat 147, y a la vuelta me dijo tenés que festejar y me invitó a comer a una pizzería que yo no conocía pero que ahora es mi pizzería favorita para llevar a todos los que no la conocen.
41. Mi padre que en una fiesta se cayó de una silla y se rompió dos dientes.
42. Mi padre que me llevó por primera vez a la cancha y yo no entendía nada porque era muy chico pero había un jugador rubio que era rapidísimo y me quedé fascinado mirándolo solo a él casi todo el partido hasta que lo sacaron, era Caniggia.
43. Mi padre que nunca viajó en avión.
44. Mi padre que se suicidó.
45. Mi padre que se fue a vivir al sur, al borde del continente, y cuando todo indicaba que se iba a ir más al sur todavía, quién sabe adónde porque el continente terminaba justo donde él vivía, se volvió.
46. Mi padre que tuvo un accidente en la autopista y tiene una chapa en la cabeza para que no se le salgan los sesos para afuera.
47. Mi padre que era nadador y buzo y que cada vez que nado siento un poco que soy como él.
48. Mi padre que una tarde sacó a la calle un auto de colección que tiene guardado en su garage de su ciudad de provincia, y que solo lo usa en ocasiones especiales, y me llevó hasta un barrio de su ciudad de provincia en el que las calles llevan los nombres de los desaparecidos de la provincia y uno de esos nombres es el de mi padre.
49. Mi padre que toca la guitarra y canta canciones de protesta.
50. Mi padre que me llevó a mi primera manifestación y yo no entendía nada pero igual cantaba las canciones que todos cantaban.
51. Mi padre que tuvo durante veinte años una camionetita daihatsu y de tanto ir y venir con él me hice fanático de los autos chicos y siempre que veo uno así, de esos que son muy notoriamente más chicos que el resto, me lo quiero comprar o por lo menos robar para andar un rato.
52. Mi padre que es médico y una vez operó al dueño de una pizzería muy importante y entonces el dueño siempre nos invitaba a todos a ir a comer gratis, después el dueño se murió y no fuimos más pero el otro día pasé y comí unas porciones de parado y fue como retroceder cuarenta años en una máquina del tiempo.
53. Mi padre que es fanático de las novelas históricas y de los libros de historia y sabe mucho de la segunda guerra mundial y que siempre que habla de las operaciones de los paracaidístas en esa guerra se pone tan nervioso que parece que hubiera tenido un amante paracaidista.
54. Mi padre que come hongos silvestres y es bastante especialista en identificar los que son venenosos y los que no pero una vez le falló el conocimiento y envenenó a varios en una cena y según algunas versiones hasta hubo uno que murió.
55. Mi padre ocioso.
56. Mi padre trabajador.
57. Mi padre que toma café y lee el diario en el café de la esquina de su casa.
58. Mi padre que quiso poner una fábrica de pañales con la herencia de su madre y al final le prestó todo a un amigo y se quedó sin herencia y sin amigo.
59. Mi padre que toma un vaso de vino y ya está completamente borracho.
60. Mi padre que una noche, en plena ruta, me habló de su pasado con las drogas como si me hablara de un romance con sirenas.
61. Mi padre que nunca sabe qué hacer pero al final siempre termina haciendo cosas increíbles.
62. Mi padre que me enseñó a manejar.
63. Mi padre que me enseñó a tirarme de cabeza a la pileta.
64. Mi padre que en mi época de ganarme la vida limpiando piletas me compraba cloro y me lo pagaba con largas charlas sobre mil cosas que ya me olvidé.
65. Mi padre que al fernet lo cortaba con un chorrito de coca y que después cuando se puso de moda la coca con fernet no tomó más coca ni fernet y se pasó al amargo obrero con limón.
66. Mi padre que saludaba con la venia militar.
67. Mi padre que decía que su auto se podía convertir en helicóptero pero que nunca lo convertía para que las hélices no se enreden con los cables.
68. Mi padre que un día me dijo “esto es entre vos y ella, nada más”.
69. Mi padre que tuvo unas canchas de paddle y que llegó a jugar al paddle bastante bien.
70. Mi padre que un verano me llevó en su camioneta, tomando ginebra, por toda su ciudad de provincia, yendo y viniendo, a la caza de uno que supuestamente había entregado a mi padre.
71. Mi padre que hizo una película donde un actor porno se enamora de una chica deprimida.
72. Mi padre que parece un linyera.
73. Mi padre que siempre me recuerda las cosas que me dijo alguna vez y hace bien en recordármelas porque la verdad es que nunca me las acuerdo.
74. Mi padre que una noche paró el auto en la mitad de la ruta y me llevó a comer al lugar donde hacen los mejores lomitos del país, es un lugar que después nunca pude volver a encontrar.
75. Mi padre que una tarde, cuando tocaron timbre dos policías para averiguar quiénes habían roto unas luces del alumbrado público, los sacó a los gritos.
76. Mi padre que comía con pasíon las sandías que nos robábamos del terreno de la comisaría de al lado de la casita del sindicato adonde habíamos ido a pasar unos días en el verano.
77. Mi padre que no se suicidó, pero casi.
78. Mi padre que ahora salta conmigo desde el avión y que seguramente reza, igual que yo, para que el paracaídas se abra y lleguemos enteros al suelo.
Felix Bruzzone
Nació en Buenos Aires en 1976. Publicó el libro de cuentos 76, las novelas Los topos, Barrefondo, Las chanchas, Campo de Mayo, el libro de aguafuertes Piletas y el libro 307 consejos para escribir una novela. Fue traducido en Francia, Suecia y Alemania, donde recibió el premio Anna Seghers. Algunos de sus libros fueron adaptados para cine, teatro y ópera. Escribió la obra de sitio El silencio de las piedras, dirigida por Emilio García Wehbi, hizo las performances Campo de mayo, con Lola Arias, Cuarto intermedio, con Monica Zwaig y Juan Schnitman, y el documental Camuflaje, dirigido por Jony Perel. Escribe para distintos medios y da talleres de escritura de todo calibre.
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