31/05/2017
Con Roberto Santoro en la memoria
Por Rafael Vasquez
El autor de estos textos, también poeta, recuerda a su amigo secuestrado y desaparecido hace 40 años, que dejó una enorme obra en transición, interrumpida por el Terrorismo de Estado. Este viernes el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti realizará un homenaje para rememorar la vida de Roberto Santoro de la mano de músicos y escritores.
Tus años (veintipico), los míos (treinta y tantos) se mezclaban con los de otros compañeros en la poesía y en el trabajo solidario de hacer una revista. Una revista tan tuya, que empezaste solo y la abriste para todos: Barrilete. Era 1963 y cargábamos con el peso ¿consciente? de nuestro primer libro. Tampoco nos reuníamos para aprender a ser felices, la ciudad y el país siempre fueron queridos y difíciles. Pero aquel empuje de la juventud, que nos hacía aparentemente invencibles, nos permitía luchar con la apetencia de entendernos y de entender a los demás. Esa forma cálida de abrazar al otro.
Hubo catorce años desde entonces para estar, a veces juntos, otras sin frecuentarnos tanto. Para querernos y sentirte cerca.
Toda tu obra fue pasando de los recuerdos de los juegos del barrio y del amor a la lucha contra la injusticia y la prepotencia. Desde aquel Oficio desesperado de 1962 hasta la denuncia y la bronca palpables en Poesía en general, Las cosas claras y No negociable (1975).
Todo te interesó: el poema, el teatro, la canción, el fútbol. Y tu afiliación al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), modo de lucha contra la dictadura que te secuestró en el colegio donde trabajabas el 1 de junio de 1977.
Se cumplen cuarenta años de tu desaparición fisica. Porque tu voz escrita queda para siempre. Y tu recuerdo, mientras tengamos vida.
Otra vez, el abrazo imposible de
Rafael
...
Roberto Santoro nació en el barrio de Chacarita en Buenos Aires en 1939. Tuvo múltiples oficios: en tiempos de su servicio militar se desempeñó como "guía turístico" de los marineros galos porque había estudiado francés y fue elegido para el 8º viaje de instrucción del buque escuela La Argentina, a bordo del cual recorrió destinos lejanos: Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, las islas de la Polinesia. Fue preceptor en escuela secundaria, pintor de brocha gorda, vendedor de almacén, empleado del Sindicato de Músicos, hijo, hermano, padre, esposo, amigo, militante del PRT, editor y escritor.
Su obra poética, Oficio desesperado (1962), El último tranvía 1963), Pedradas con mi patria (1964), En pocas palabras (1967), A ras del suelo (1971), Desafío (1972), Poesía en general (1973), Cuatro canciones y un vuelo (1973), Las cosas claras (1973), entre otras, inscripta en el tono y la temática de la literatura barrial de principios de siglo y la poesía política de los 60, oscila entre la evocación a un pasado perdido y la experimentación lingüística. Su labor como artista también se extendió a otras disciplinas como la música y la pintura, siempre codo a codo con otros grandes artistas de la época como Pedro Gaeta.
Como militante siempre buscó cómo hacer confluir su devoción estética con el contacto con el pueblo, con el otro. Así llevó la poesía a las calles, e interpeló a la realidad a través de la mirada y el pensamiento. Fue fundador y editor de la mítica revista Barrilete, espacio para la literatura argentina y extranjera, siempre con una mirada crítica y transformadora sobre el mundo.
El 1 de junio de 1977 una patota de la dictadura militar lo secuestró. Sin embargo, su obra no debe leerse ni rotularse como la de un poeta desaparecido. Es la obra en transición de un poeta enorme cuya carrera, como le sucediera a Federico García Lorca, fue interrumpida por la violencia y el terror.
...
A Roberto Santoro
Poeta y amigo.
Secuestrado el 1 de junio de 1977.
Desaparecido.
Nadie escucha tu voz. Sólo perdura
lo que dijiste de la vida entonces,
cuando hablabas con todos: tu poesía.
Hoy eres el amigo que nos falta,
del que no dan razón,
ni una disculpa,
ni un rastro donde estuvo,
ni una noche
que se tragó en silencio hasta tu nombre.
Ni siquiera una cifra de expediente,
de proceso, de causa sin motivo,
un número desnudo, hueco, absurdo
que pudiera engrillarte la estatura.
Este es el laberinto y los caminos
no nos conducen a ninguna parte:
tu ciudad, el país, tus generosas
pedradas del amor que no se olvida.
Tu madre me avergüenza porque espera
Tu regreso imposible.
Yo no sueño.
(Del libro “Cercos de la memoria”, 1992)
...
Memoria
Han pasado los años.
No ha cambiado tu cara en el recuerdo:
la ventaja maligna de la ausencia.
Cada vez que me llaman y repito la historia
el tiempo se hace trizas en un vidrio empañado.
Y aparecen las fotos que no se muestran nunca,
los amigos, los libros, el café, las raíces
del barrio que sostuvo las voces de tu vida.
Aquel diálogo inútil –saber qué nos decíamos-
es una adivinanza que pierde su sentido.
Para la muerte no hay categorías,
pero la duda, el cuándo, los adioses sin fechas,
los supuestos más tristes desde un momento aciago
como el motor de un auto que parte hacia la nada,
no dejaron un punto final, sólo un suspenso.
Pasaron veinte años desde un viejo poema
que te escribí con culpa.
Más años todavía desde que te llevaron:
esa cuenta la cargan tu mujer y tu hija.
Yo apenas me confundo la sombra de tu abrazo
pero me sé tus versos
y te cuido ese sitio sin paz de la memoria.
(Del libro “Ese sitio sin paz de la memoria”, 2007)
...
A 35 años de su secuestro y desaparición
Los amigos no alcanzan para hablarte
porque no hubo lugar ni despedida
y el tiempo que pasó nos hizo viejos.
Los años nos dejaron como muestra
de toda tu pasión un hueco triste
con Dolores y Paula.
Y tu poesía.
Por eso no me explico
que vuelva cada tanto a reescribirte
una carta sin rumbo, algún poema.
Nunca pensamos en la sobrevida
de aquello que dijimos.
Pero tu voz está sobre el olvido.
(Del libro “Pequeñas muertes, provisorios olvidos”, 2016)
...
* "Pedradas con mi patria" se realizará el viernes 2 de junio a las 19 en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex-Esma.
Participarán: Alejandro Apo, Rafael Vasquez, Pedro Gaeta, Emilia Santoro, Lilian Garrido, Rodolfo Edwards, Walter Saavedra, Ezequiel Scher, Leandro Gabilondo, Gabriela Elena y Los Habitués
Compartir