Saltar a contenido principal

Revista Haroldo

Diálogo con el pasado y el presente

04/07/2017

La noche más larga

Sobreviviente de "La Noche de las Corbatas", el autor rememora aquellos días en la ciudad de Mar del Plata donde el Ejército Argentino secuestró a un grupo de abogados laboralistas por el solo hecho de defender trabajadores. A 40 años de la desaparición de sus compañeros, este es su homenaje. 

Información de imagen
Centro Clandestino de Detención "La Cueva"

La larga noche de las corbatas aún no ha concluido.

Aquella “noche” que empezó entre la tarde del 6 y la madrugada del 13 de julio de 1977 el Ejército Argentino secuestró en Mar del Plata a un grupo de abogados laboralistas.

La lista incluye a los letrados Norberto Centeno, Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, todos secuestrados en un mismo operativo en distintos puntos de la ciudad pero en forma simultánea. El 8 de julio secuestraron a mi socio Tomás Fresneda, a su esposa María de las Mercedes Argañaraz de Fresneda –embarazada de 4 meses-; y a mí. El 12 de julio se llevaron a José Verde (también abogado de la Asociación de Empleados Judiciales) y a su esposa; y el 13 de julio a María Esther Vázquez de García y a su esposo Néstor Enrique García Mantica.

Aunque el operativo conocido como “La Noche de las corbatas” tuvo un precedente en junio, cuando fue secuestrado Jorge Candeloro, ex socio de Centeno.

Sólo sobrevivimos José Verde y su esposa, Camilo Ricci y yo.

Hoy solo puedo mostrar pedazos de esta cruel historia apelando a la memoria como arma de larga duración. Ante hechos tan atroces, lo prioritario es informar lo que pasó en toda su dimensión. Eso intento desde hace 40 años.

Desde ya partimos de una cierta ignorancia: ignoramos la causa particular y la causa general de nuestra sobrevida, aunque sabemos que fue una entera decisión de los represores. Y desde este punto de inicio es que debemos contar y testimoniar para mantener la memoria y construir la justicia.

Nunca quedaron en claro las particulares razones de tal impresionante operativo, pero está claro que fue un intento de acallar las voces de abogados laboralistas, que habían dedicado su profesión a la defensa de los derechos de los trabajadores.

En 1977 el monopolio de la represión en Mar del Plata estaba a cargo del jefe de la Agrupación de Artillería de Defensa Aérea 601, coronel Alberto Pedro Barda, quien había asumido el control de la unidad en febrero del año anterior. En el escalafón inferior, como su jefe operativo se ubicaba Alfredo Manuel Arrillaga. Usaron un viejo radar semi-subterráneo, ubicado en la Base Aérea de Mar del Plata, como centro clandestino de detención, “La cueva”, donde estuvimos secuestrados.  

La noche más larga- Revista Haroldo
Información de imagen
El comunicado oficial sobre un operativo fraguado.

Fui capturado junto a Tomás Fresneda en nuestro estudio de la avenida Independencia la tarde noche del 8 de julio de 1977. Unos instantes después sumarían también a su esposa, María de las Mercedes Argañaraz. Ellos siguen desparecidos.

Once días después me metieron en un baúl. El auto se puso en marcha y circuló por un camino de tierra. Hubo una frenada, un derrape, personas que parecen escapar desde el mismo vehículo, gritos, disparos.

El auto fue acribillado a balazos.

Los diarios titularon: “Confirmó el Ejercito la liberación del Dr. Bozzi y la muerte de tres sediciosos”. Aunque, nada de eso fue verdad.

La liberación fue un montaje en el que fuerzas del Ejército supuestamente se enfrentaron con “extremistas” que circulaban en el Ford Falcon, en el que yo estaba en el baúl,  al llegar a la intersección de la entonces Ruta Nacional 2 y el camino transversal que la une con la ruta que lleva a Santa Clara del Mar.

28 años después se pudo establecer que dos de los “sediciosos muertos”  eran estudiantes universitarios secuestrados el 28 de junio de 1977 en La Plata y trasladados desde el centro clandestino “La Cacha” para ser eliminados en ese fatídico camino. Otros sobrevivientes los habían visto allí, días antes, a kilómetros de Mar del Plata, encapuchados y maniatados. Eran Carlos Alberto Weber y Stella Maris Giourgas. Hasta hoy no se pudo identificar a la tercera persona.

El enfrentamiento había sido fraguado. La “operación liberación" fue una noticia impactante y auspiciosa, dado que aún no se sabía nada de la suerte corrida por los otros abogados secuestrados. Lo cierto es que en una misma acción las fuerzas represivas sumaron una liberación, le atribuyeron mi secuestro a Montoneros, mataron a los estudiantes, recuperaron el automóvil en el que me transportaban -propiedad de Centeno, aún desaparecido-, con lo que reforzaron la teoría de que también él había sido muerto por aquella organización. La operación fue vendida como un éxito de las fuerzas.  El Ejército “me había liberado”.

Sin embargo, las víctimas son los testigos de este fraude. No habrá posibilidad de preguntas o repreguntas, pero su vida ha quedado en esa ruta como una verdad imposible de ser refutada. Esta es su gran victoria: la de haber conseguido que la memoria salga a pasear por el mundo.

La larga noche de las corbatas, lamentablemente, aún no ha concluido. Por ese este 7 de julio, participaré del homenaje que la Asociación Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo le harán a los compañeros desparecidos a 40 años de aquella trágica noche. Por Memoria, Verdad y Justicia.

 *El acto se realizará a las 16 en la sede de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Uruguay 485, Ciudad de Buenos Aires

Información de imagen

Carlos Bozzi es abogado y docente. Trabaja como defensor en juicios de lesa humanidad representando a las víctimas. Es autor de Luna Roja- Los desaparecidos en las Playas Marplatenses.

Compartir

Te puede interesar

El pecado de defender trabajadores

El pecado de defender trabajadores

Por Pablo Waisberg y Felipe Celesia

Un retorno al caos primitivo

Un retorno al caos primitivo

Por Ernesto Espeche

Ilustración Ximena García